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The Endless River, el interminable Pink Floyd

Por:  Daniel Pimentel Michel (@elbarbondel13).

¿Qué podemos decir de Pink Floyd que no se haya dicho ya? Esta legendaria agrupación británica ha marcado millones de vidas por varias generaciones (y me incluyo aquí) desde 1965; Trabajos como Atom Heart Mother (1970), Dark Side of the Moon (1973), Wish You Were Here (1975) o The Wall (1979) son considerados piedras angulares del rock and roll y han sido influencia para un incontable número de músicos hoy en día.

Pink Floyd The Endles River Main

Su característico estilo psicodélico y espacial crea una atmósfera en la que el contacto con su música prácticamente lleva a un orgasmo auditivo, es por ello que se creó una gran expectativa sobre lo que sería el último trabajo de este pilar de la música, editado este mismo año. Lamentablemente, las expectativas superaron al álbum y en lo personal creo que Pink Floyd quedó mucho a deber.

The Endless River constituye su decimoquinto álbum de estudio, el primero desde la muerte de Richard Wright (1943-2008) y el tercero desde la salida de Roger Waters en 1985. Maquillado como un tributo al desaparecido teclista, este disco está compuesto básicamente por descartes de su anterior trabajo The Division Bell, lanzado en 1994, un álbum bastante criticado, que sin embargo contiene temas muy buenos.

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David Gilmour durante la grabación de Endless river.

Hacer un disco de descartes es implica tomar todas las pistas que no fueron incluidas en tu disco por una u otra razón y lanzarlo como un disco inédito, es decir, básicamente es hacer un reciclaje de tus propios temas. The Endless River es en su mayoría un disco ambiental e instrumental que bien y mal le hace honor a su nombre, porque está interminable, en algún punto de la mitad sí logra arrancar un par de bostezos, aunque tiene algunos temas interesantes, como “Anisina” “Surfacing”, “Sum” y el más destacado es “Louder Than Words” el único tema con letra y voz que contiene el álbum y con el que Pink Floyd termina de escribir su página en el libro de la música.

Creo que es un poco injusto para los fanáticos, que la banda se despida así, ya que esperábamos muchísimo más de este disco que prometía mucho y no terminó de cumplir casi nada, además es una pena que una agrupación con músicos tan talentosos como lo son David Gilmour y Nick Mason termine su historia con un disco de reciclaje disfrazado de tributo que bien podría pasar como música de elevador.

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