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Disco de la Semana: Soundtrack de «Hecho en México»

Por: @Hugokoatl.

Las tejedoras huicholas, yaquis, mazahuas y prácticamente todas las tejedoras de pueblos indígenas se ocupan de hilvanar hilos de diferentes colores, texturas y grosores. El oficio es difícil, pues la combinación debe ser perfecta, los elementos deben fundirse en una misma lógica para obtener como resultado ropa cómoda, cálida y vistosa. Algo así hicieron Lynn Fainchtein y su equipo en Hecho en México, el documental, y, por ende, el soundtrack.

Hay algo en este tejido que es muy adecuado: la inclusión. Hecho en México no es chovinista ni sufre de patriotismo exaltado. Lo más fácil hubiera sido dedicar este documental sólo a las músicas y sonidos prehispánicos, aquellos que muchos aseguran son nuestra única raíz. Afortunadamente no es así, la música de este documental abraza y acepta todo lo sonoro que convive en este país multicultural; es decir, sí, encontramos huapangos y hasta sonajas prehispánicas, pero también están presentes la cumbia (de origen colombiano), el hip hop (de origen estadounidense) y todo el crisol de músicas cubanas, como el danzón y el son, que después de estar presentes tanto tiempo en nuestra cultura ya tienen carta de naturalización mexicana.

Esto nos dirige al mensaje implícito de la aceptación por nuestra multiraíz. El mexicano mestizo actual no es sólo mexica, no es maya, no es español, ni árabe ni negro, menos sólo europeo, el mexicano mestizo actual es heredero de todas esas culturas, ha creado una mixtura propia surgida de todas ellas. Por eso podemos escuchar una rola como “México 2000” que inicia con un rapero listando palabras de la jerga del español mexicano con un telón de fondo musicalizado por un cuarteto de cuerdas; o algo como “¿Quién lleva los pantalones?”, donde El Venado Azul, Banda Agua Caliente, Gloria Trevi y el Instituto Mexicano del Sonido zurcen una rola que va del huichol al español, de la cumbia a la música de banda, pasando por la música tradicional huichola, de una letra con referencia a las labores del hogar que “sólo” le pertenecen a la mujer a un discurso de liberación femenina cantado por la Trevi.

Todo ello y más confluye en un álbum doble con artistas disímiles unidos mediante un excelente trabajo de mezcla de sonido. Muertos como Rockdrigo y Chava Flores deambulan por este documental al igual que vivos famosos como Alejandro Fernández o Julieta Venegas, así como los desconocidos como María Moctezuma o Alberto Paz; y hasta masiosares, esos extranjeros que son tan odiados por los patriotas, pero que también intervienen el sonido que perciben las orejas nacionales, en este caso representados con Adanowsky y Residente de Calle 13. Por todo ello y sin duda alguna, este álbum doble y el documental son para personas que en lugar de andar criticando la inclusión de tal o cual sonido, instrumento o músico, se dejará seducir por la sonoridad que aquí se encuentra.

Por cierto, el productor ejecutivo de todo esto se llama Emilio y se apellida Azcárraga. Rasgo del que algunos se han agarrado para menospreciar el trabajo. Lo mejor es omitir este dato y escuchar con mente y oídos abiertos las rolas del disco.

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