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Folk-metal en estado puro

Las lejanas tierras celtas y la antigua mitología europea cobraron vida la noche del domingo cuando Eluveitie mostró por qué son considerados una de las referencias más importantes del folk-metal.

Provenientes de la Ciudad de México, los suizos hicieron su primer contacto con Guadalajara tras bajar de su avión el domingo (19 de abril) temprano, por la mañana. La agrupación mantuvo su buen humor a pesar de que su gira por Latinoamérica estuvo cerca de ser cancelada por el estado de salud de dos de sus integrantes (la violinista Nicole Ansperger y el bajista Kay Brem).

Eluveitie ofrecio una firma de autógrafos en la tienda Dr. Martens.
Eluveitie ofreció una firma de autógrafos el domingo por la tarde en la tienda Dr. Martens. Foto: Moisés Israel / ¡Diga? Agency.

Con tan sólo unas horas en la ciudad Eluveitie ya respiraba la admiración que le profesan los tapatíos. Y es que durante la firma de autógrafos que dieron por la tarde, una fila de seguidores alcanzaba un par de calles a la redonda. Automovilistas y transeúntes miraban desconcertados el desfile de camisetas negras y melenas largas. El death metal en una de sus vertientes más específicas emergía ante los ojos del Expiatorio de una aparente invisibilidad.

Relajados, contentos y hasta curiosos, el (en esta ocasión) sexteto de Winterthur firmó discos, violines, camisetas y pósters durante una hora, e incluso se vieron agasajados con regalos; dulces y juguetes tradicionales, tequila -que bebieron directamente de la botella e incluso de lo pusieron a su café Starbucks- y objetos que sin duda alimentaban ese interés por la cultura, lo propio, lo original, plasmado en su disco en promoción, que no fortuitamente se llama Origins.

La banda suiza tocó algunos de sus temas representativos, entre ellos los de su más reciente disco, "Origins". Foto: Antonio Álvarez / El Descafeinado.
La banda suiza tocó algunos de sus temas representativos, entre ellos los de su más reciente disco, «Origins». Foto: Antonio Álvarez / El Descafeinado.

La gente llegó temprano al venue ubicado a la márgen de dos importantes arterias citadinas; entre Chapultepec y Vallarta se abriría -entre decenas de tendencias pretenciosas a la par que pasajeras- un recoveco, un oasis con sonidos lejanos, distintos. Sería una especie de fiesta pagana que endulzaba los labios y raspaba las gargantas, el folk-metal tiene la bondad de ser místico, misterioso, ajeno a la normalidad que se respira día a día.

Tras la apertura de Cemican -poderosísima banda de metal-prehispánico a la que dedicaré unas líneas más adelante-, Eluveitie no demoró para subir al escenario pasadas las nueve de la noche para ofrecer un concierto equilibrado, que mantuvo una calidad musical inmejorable. El poderoso metal se conjugó con las raíces europeas más ancestrales; folk-metal en estado puro que logró conectar con el casi medio millar de fanáticos que desde temprano habían acudido a C3, foro que acogió el recital.

Glanzz... vocalista de Eluveitie. Foto: Antonio Álvarez / El Descafeinado.
Chrigel Glanzmann, vocalista de Eluveitie. Foto: Antonio Álvarez / El Descafeinado.

Entre gaitas, guitarras, flautas y la profundidad de los guturales de Glanzmann, su vocalista, la noche tuvo el empuje necesario para que el eslam luciera, algunos despistados volaran hacia el frente y los asistentes tuvieran la oportunidad de ver a Eluveite en su máximo esplendor, a pesar de tener dos elementos menos. Canciones como «Tegernako», «Uis Elveti», «Memento», «Rose for Epona», «Inis Mona», «Britcom», sonaron en las casi dos horas de concierto; ambas partes salieron complacidas.

Flautas, gaitas y zanfoñas forman parte de la fusión folk metalera de los helvéticos.
Flautas, gaitas y zanfoñas forman parte de la fusión folk metalera de los helvéticos. Foto: Antonio Álvarez / El Descafeinado.

Potencia en todos los sentidos; entrega, conexión, impulsos, Eluveite demostró ser una banda incansable, correosa y de carácter, que no olvida que se debe a sus seguidores. Y aunque suene a cliché, su sencillez se demostró a lo largo de su estadía en la ciudad, Chrigel Glanzmann no dudaba en fumarse un cigarrillo a la entrada de la sala de conciertos, fascinarse con un balero o darle un trago a la recién regalada botella de tequila, bebida nacional por excelencia. Su primera vez en Guadalajara dejó entreabierta la puerta para una visita futura.

Sincretismo folk

Su discurso es muy claro: Cemican rescata elementos de la cultura prehispánica, reivindica las raíces mexicanas y las expresa mediante un la potencia del metal. El sincretismo musical se adereza con un performace que incluye la caracterización de sus elementos, enormes penachos, maquillaje y ritos ofrecidos a los antiguos dioses mexicas.

Cemican, sincretismo musical que une el mundo del metal y la cultura prehispánica. Foto: Antonio Álvarez / El Descafeinado.
Cemican, sincretismo musical que une el mundo del metal y la cultura prehispánica. Foto: Antonio Álvarez / El Descafeinado.

Cemican es una experiencia. Y como tal, son capaces de transmitirla con maestría hacia su público, cuantioso y entregado, listos para escuchar a una de las propuestas más originales, no sólo de la escena metalera, sino de la música contemporánea nacional.

No cabe duda que el prehispanic-metal de Cemican, es una puerta a la internacionalización de las propuestas musicales de México,  qué mejor escaparate para comenzar a exportar su música que abrir el concierto de los exponentes del folk-metal europeo por excelencia.

Foto: Antonio Álvarez / El Descafeinado.
Foto: Antonio Álvarez / El Descafeinado.
Foto: Antonio Álvarez / El Descafeinado.
Foto: Antonio Álvarez / El Descafeinado.
Foto: Antonio Álvarez / El Descafeinado.
Foto: Antonio Álvarez / El Descafeinado.
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Foto: Antonio Álvarez / El Descafeinado.
Eluveitie GDL 2
Foto: Antonio Álvarez / El Descafeinado.

@DiegoKoprivitza.

Diego Koprivitza

Periodista y comunicador. Edito eldescafeinado.com y dirijo la agencia de comunicación Cafeína Digital.

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Diego Koprivitza

Periodista y comunicador. Edito eldescafeinado.com y dirijo la agencia de comunicación Cafeína Digital.