Como si aún se tratasen de los años 2000, el director Christopher Landon (guionista de tres Actividad Paranormal) se estrena en el subgénero de las comedias de terror, entregando una cinta medianamente entretenida y con pocas pretensiones de ingresar en el almanaque de clásicos como Zombieland o Shaun of the Dead.
La premisa es la siguiente: ¿Qué pasaría si los únicos sobrevivientes en un mundo infestado de zombis fuesen tres boyscouts y una sensual vecina?
Siendo sinceros, el espectador que acepte entrar a una película así, de antemano debe saber muy bien en lo que se está metiendo. No sólo hablamos de zombis con una extrañamente divertida personalidad, no; nos referimos a un sinfín de clichés gringos, tanto efectivos como mediocres, así como a una trama nada rebuscada, pero con un objetivo muy claro: entretener. Por ese lado, A la *&$%! con los zombis cumple lo que promete. Y nada más.
Ya en términos de ejecución, podemos mencionar una dirección a la altura de las expectativas, muy apoyada por las divertidas actuaciones de los jóvenes Logan Miller, Joey Morgan y el próximo Cyclops en X-Men Apocalypse, Tye Sheridan. Si bien el guión no pretende postularse para algún galardón, sin duda podemos suponer que todo el equipo detrás dio cuanto pudo dar.
En cuestiones técnicas, tanto la fotografía, como el diseño sonoro y la dirección de arte son meramente cumplidoras, aunque destacando la siempre exhaustiva caracterización de varias docenas de zombis. Mención aparte al score de Matthew Margeson, el cual tiene varios momentos realmente épicos que, aunado al tono absurdo de la trama, logran emocionar de manera genuina gracias a su exageración.
No voy a atribuirle una falsa profundidad a algo que grita lo opuesto desde su mismo título (el cual, dicho sea de paso, sufrió de ese síndrome de traducciones espantosas que aún hoy en día seguimos permitiendo). A la *&$%! con los zombis –Scouts Guide to the Zombie Apocalypse– es una película cien por ciento palomera, con la cual se divertirán bastante las nuevas generaciones que, lamentablemente, ya no alcanzaron a ver en cines aquellas joyas que en otros tiempos nos ofreció la siempre bienvenida comedia de terror.
Texto: Carlos A. Narvaez
