Por: @eldescafeinado / Fotos: Antonio Álvarez.
Sábado 28 de marzo. C3 Stage. Guadalajara, México.
Tras horas de espera, cientos de fanáticos que ansiaban el arribo al foro desde el mediodía, vieron a Nach llegar en una camioneta. Sonriente, el español saludó a la veintena de jóvenes y se desplazó al escenario donde una hora más tarde cantaría los éxitos que lo han posicionado como una figura notable de la música urbana en España.
La apertura del festín de rap corrió a cargo del duro estilo de MalaFama, rapero zapopano bien conocido por su material nominado a los IMAS del año pasado, Bala Perdida. Pasadas las nueve de la noche MalaFama logró su cometido y unió a los asistentes en una sola voz, la cual continuó Anexo Leiruk, otro rapero local que encaminó la noche para el acto principal.
Poco antes de las 11 de la noche, Nach brincaba -literalmente- al escenario de C3; su mirada lo decía todo y con una sonrisa no pudo ocultar su satisfacción al observar a un público entregado. El más de medio millar de personas que clamaba por él hacían ver al venue como un circo romano antes de una pelea. Al grito de «Nacho, Nacho» el alicantino y sus dos acompañantes se posicionaron en el entarimado para comenzar un recital que se prolongaría hasta pasada la media noche.
Bajo un discurso de igualdad, el rapero cantó temas representativos así como camciones incluidas en su recién estrenado álbum, A través de mi. «Leyenda» fue la canción elegida para abrir el repertorio del español de 40 años, ícono del rap español.
El poder de las rimas; el calor y los gritos estridentes hicieron de la noche el contexto ideal para que Ignacio Fornés, Nach, comandara una noche hiphopera que no defraudó a sus seguidores tapatíos y que continuó por la Ciudad de México. Nach se la debía al público local, tras su cancelación hace un par de año, y se la pagó con creces.