Estella Dawn sorprende por su calidad, potencia vocal y flexibilidad musical; pop de alto voltaje.
Multiinstrumentista, compositora y de voz prodigiosa: Estella Dawn debe estar en el radar de cualquier persona que disfrute del pop bien ejecutado. De matices que van del soul al rock con una facilidad envidiable, Dawn es un descubrimiento que te hace detenerte a escuchar.
Sin la necesidad de adornos innecesarios, la música de esta neozelandesa radicada en Estados Unidos, plantea un estilo limpio, poderoso y genuino.
La conocí a través de su tema «Cringe«, aunque el resto de sencillos que ha ido publicando a lo largo del año (6 desde febrero) son una delicia: «Buzzcut» y «Orange» mis favoritas; piezas que muestran su talento y potencial.
Y aunque uno de esfuerce por encontrar el hilo de influencias de las que tira Estella, su diversidad sonora nos lleva a encontrar desde referencias del pop mainstream hasta el folk más preciso: desde Adele, Kate Perry, Lady Gaga hasta Billie Eillish, las más inmediatas.
«Cringe» es la canción que promociona actualmente, un sencillo en donde «profundiza abiertamente en los errores del pasado, reflexionando sobre el impacto ineludible de la retrospectiva», explica.