¡Chinguen a su madre los reflectores rojos!
Por Yizia (@mlkvn) / Fotos de archivo: Metal Chris y Paul Graham Raven.
Cannibal Corpse, 4 de julio de 2013. Teatro Estudio Cavaret. Zapopan, Jalisco.
Recuerdo que ya hace algunos años, escuchar a Cannibal Corpse era algo que hacía exclusivamente cuando mis padres salían de la casa y a sabiendas de que nadie más estaría alrededor o cerca por que pues “¿cómo es qué la señorita va a estar escuchando semejante gritonera?”, algo que seguramente diría mi sacrosanto padre mientras me quitaba el cassette que estaba “de más”.
Sinceramente nunca me imaginé que los pudiera ver en vivo a pesar de que el día que se presentaron en el Teatro Estudio Cavaret, la ciudad se volvió un gran charco que no dejaba pasar, transitar o lo que quieran. Una travesía de aproximadamente hora y media para atravesar la ciudad, cruzando los dedos para que me tocara “algo” de la noche. No contaba con los teloneros de la banda que empezaron a calentar el escenario mientras uno que otro empezaba a hacer colección de vasos de cerveza.
Cannibal Corpse, como ya muchos de ustedes deben de saber, es una banda gringa que ha dedicado toda su existencia al death metal. Niuyorquinos los muchachos, comenzaron por 1988 con el vocalista Chris Barnes, Alex Webster en el bajo, Jack Owen y Bob Rusay en las guitarras y a Paul Mazurkiewicz al mando de la batería. Ellos fueron nuestra banda de adolescencia, cuando empezábamos a sentirnos malos y enojados con todo el mundo. Cannibal Corpse es una banda considerada como una de las más populares y de mayor trayectoria en su estilo ya que cuenta con una carrera bastante exitosa, sin tener presencia en los medios tradicionales pero súper reconocidos por sus controvertidas y violentas letras e ilustraciones de portada, lo que les ha llevado a ser censurados en más de una ocasión.
Cannibal cuenta con una discografía de 12 álbumes en donde esta ocasión estarían presentando de todo un poco, aunque por un momento pensé que solo se enfocarían en “Torture”, que salió al mercado el pasado 2012. Y por supuesto, se presentaban con el inconfundible George Fisher que desde 1995 suplió a Barnes en la voz, las guitarras de Rob Barrett y Pat O’Brien, el bajo de Alex Webster y la endemoniada batería de Paul Mazurkiewicz.
Los malditos reflectores rojos, que fueron parte del encanto de la noche, hacían ver que el momento había llegado y que si no te habías preparado física y psicológicamente para lo que venían, seguramente serías cargado por un gran payaso. Cannibal se presenta en el escenario para comenzar con “A Skull Full of Maggots”.
Es curioso que aquí en México, la banda no ha sufrido censura como en muchas partes del mundo. El cantante George Fisher ha declarado varias veces, su frustración por la censura: «podemos tocar «Dismembered and Molested» en Alemania, pero no «Born in a Casket». Desgraciadamente, no tuvimos la suerte de escuchar esos temas aquí, pero sí pudimos darle duro a la melena con rolas como “Edible Autopsy”, “Addicted to Vaginal Skin”, “Disfigured”, “Demented Agression”, “I Cum Blood”, etc.
En sus inicios, las principales influencias de Cannibal Corpse han sido bandas de thrash metal, como Sodom, Kreator, Metallica, Sadus, Slayer y Possessed, aunque después se inspiraro en bandas de death metal como Death, Autopsy, Morbid Angel e Immolation. La música de Cannibal Corpse se puede reconocer por su rápido tempo y el uso de la voz gutural, detalle que no ha cambiado a pesar de 25 años de carrera musical.
El moshpit no se hizo esperar, ¡pinche frenesí brutal! A pesar del desmadre que había por doquier y la energía que emanaba la banda, la tocada estuvo a pedir de boca. Todo en orden, tirando placa de la más ruda, podrías ver al mar negro moverse entre reflectores rojos al son de “Sentenced tu Burn” y “An Experiment in Homicde”. ¡Chulada de maíz prieto! Los riffs te transmitían todo el poder que necesitabas para moverte y brincar más y más. Velocidad musical y una voz espeluznantemente monstruosa, llenaba todo el Cavaret.
Algo de lo que más disfruté en esa noche, fueron las guitarras. Por un lado, Rob Barrett, quien ha tocado con Malevolent Creation y Dark Deception nos daba una cátedra maestra de puro metal. Por el otro teníamos a a Pat O’Brien, quien se ha presentado con Monstrosity y en algún momento con Slayer.
La banda terminó la noche con “Stripped, Raped and Strangled” (rola que personalmente estaba esperando y me hizo feliz), agradeciendo la presencia de los asistentes que ovacionaron entre mentadas de madre y aplausos, ya saben, puro amor del nostálgico adolescente metalero. ¡Excelente noche!