Por: Omar Fares Parra (@ofares72).
Septiembre es un mes especial para Colombia. Hay dos fechas significativas dentro del periodo de esos 30 días. El 2 es el cumpleaños de su máxima figura futbolística: Carlos Alberto Valderrama Palacio, conocido como el Pibe y su extravagante cabellera ensortijada, pero también por su futbol exquisito y elegante. El 10 colombiano cumplió 52 años una semana atrás.
Y el 5 representa un día histórico, pero trágico para Argentina. Es nada menos que la goleada escandalosa de 5-0 propinada por los cafeteros en el mítico estadio del Monumental de River Plate en 1993.
Aquella fue una noche mágica, en la que precisamente Valderrama como líder de un grupo inolvidable integrado por Adolfo «el Tren» Valencia, Faustino Asprilla, Freddy Rincón, y Leonel Álvarez, entre los más destacados y dirigidos desde la banca por Francisco Pacho Maturana, desplegaron un juego excelso que se reflejó en un marcador humillante sobre una selección siempre favorita a trascender.
Recordar el nacimiento del Pibe es simplemente hacer una pausa para no olvidar a uno de los futbolistas más elegantes para tocar el balón con maestría. Volver a ver sus jugadas en video es un deleite, entender que este juego es inteligencia e inspiración más allá de la fuerza que muchos técnicos se empecinan por hacer prevalecer.
Han transcurrido 20 años de aquel triunfo arrasador en el que pareciera que Colombia quedó suspendida en el tiempo, porque después nada volvió a ser igual. La victoria sobre Argentina generó todo tipo de especulaciones no sólo de periodistas, sino también de los monstruos del futbol del pasado como Pelé y Johan Cruyff, quienes se atrevieron a colocar a ese equipo como un auténtico aspirante a ganar el Mundial de Estados Unidos 1994.
Al parecer todo lo que se dijo afectó a ese grupo de jugadores destinados a dejar huella y a confirmar que lo exhibido en Italia 90 no era obra de la casualidad. De manera sorpresiva Colombia no ganó los dos primeros partidos, perdió con Rumania y Estados Unidos, y la última victoria sobre Suiza sólo hizo más decorosa su despedida de una justa en la que debía ser protagonista.
Parte de esa generación ya desgastada por el tiempo aún participó en Francia 98, y el Pibe aún nos regaló algunos destellos, pero ya nada era igual. Desde entonces, Colombia no clasifica a un Mundial.
En 2009, tuve la oportunidad de conocer y entrevistar para a Valderrama aquí en Guadalajara para el suplemento deportivo La Afición del diario Milenio, cuando su país buscaba postularse a organizar los Juegos Panamericanos de 2015.
En los breves minutos que charlamos, aceptó que al concluir el ciclo del Tren Valencia, Asprilla, Rincón, Higuita, Leonel, y por supuesto el de él, ahí terminó una era para Colombia.
Pero la parte más dolorosa era la muerte de su compañero y amigo Andrés Escobar, quien anotó un autogol en el partido decisivo ante Estados Unidos, el cual se lo cobraron de manera cobarde unos apostadores al privarlo de la vida al regresar a Colombia.
Volver el tiempo hacia atrás y ubicarnos en el inicio de la década de los noventa en el esplendor del Pibe y de su selección, nos llena de nostalgia porque difícilmente se juntara un equipo con tanto talento al que le faltó coronar esa magia con un título para demostrar que el jugar bien y el resultado no están peleados.
Tal fue el legado de Valderrama en la cancha, que el dúo argentino de rock, Illya Kuryaki and the Valderramas, tomó a Carlos Valderrama como uno de los estandartes para su agrupación musical, siendo el espía ruso, Illya Kuryakin, un personaje de televisión y el futbolista colombiano en quienes se inspiraron.
