Por: Pablo Vázquez Rivera
(@pablitovazquez1)
El mítico Yankee Stadium casa de los Yankees de Nueva York una de las franquicias deportivas, más grandes de la historia y más caras según la revista Forbes, fue testigo de dos hechos que seguirán abonando a esa rica historia de triunfos y gloriosas tarde en el rey de los deportes que es el beisbol profesional, en el mismo día en el que decidieron homenajear al lanzador panameño Mariano Rivera, y dieron un ejemplo en vivo de la combinación mágica entre deporte y música, al llevar a tocar en vivo a la banda Metallica la emblemática canción Enter Sandman, rola con la con la que tradicionalmente Rivera salía del bullpen rumbo al montículo para sacar los tres últimos outs.
La banda de rock Metallica se encargó de introducir a Rivera, haciendo retumbar desde la franja de advertencia en los jardines, para hacer más emotiva la despedida del pelotero panameño que jugó desde 1995 hasta 2013 con los Mulos de Manhatthan y que le valió estar en los corazones de millones de fanáticos al beisbol mundial y a los Yankees, quienes decidieron retirar el número 42 de Mariano.
Rivera era el último pelotero que lucía en su camiseta el 42, un número que había sido retirado de las Grandes Ligas en honor a Jackie Robinson, el jugador que rompió la barrera racial en el béisbol profesional de Estados Unidos. La viuda de Robinson, Rachel, y su hija, Sharon, estuvieron presentes en el acto.
Este momento en Yankee Stadium es uno de los grandes ejemplos y asociaciones deportivas que se convierten en un sello musical a equipos o bien a atletas quienes logran fusionar su pasión en el campo y su gusto por la música, o bien ideas que se toman para asociar a ambos mundos, los Yankees muchos años y hasta el atentado en las Torres Gemelas del centro Financiero de Nueva York, salían al campo con New York, New York tema que inmortalizara Frank Sinatra y que al igual que Enter Sandman de Metallica, harán que los fanáticos recuerden de inmediato a Mariano Rivera.
Años atras en la década de los ochenta surgió la cultura del rock en el estadio, con el Jefe The Boss Bruce Springsteen quien con su estilo de poesía nacionalista y sentimientos asociados a prácticas comunes de las personas con las que él creció en New Jersey, acuño la canciñon Glory Days, que representa una rola que remite al estadounidense a sus tardes alrededor del parque de beisbol sin importar el equipo, algunas otras canciones se identifican más con una franquicia deportiva en lo particular.
Para citarles un ejemplo el gran rival de los Yankees de Nueva York, los Boston Red Sox, adoptaron como himno en su parque de pelota Fenway Park, la canción de Neil Diamond Sweet Caroline, sin que la canción remita a algún aspecto de la franquicia.
Ya en los noventa y en este siglo XXI, si hay quienes acuñaron el concepto de canciones del estadio, son sin duda los aficionados argentinos, pues ellos han fusionado la cultura rock, pop con los cantos en las barras, por ello no resulta nada descabellado que canciones de Los Auténticos Decadentes, Fito Paez, Charly García, Ataque 77, Los Calzones Rotos, Fabulosos Cadillacs, Andrés Calamaro entre otros y los llamados grupos de Cumbia Villera se hayan convertido en grupos cuyas canciones hoy retumban como himnos modificados en las gradas de estadios en toda Latinoamérica, incluyendo a México donde las canciones de la cancha y el estadio incluyen a grupos de otros géneros como Los Ángeles Azules y los ya clásicos Molotov y Estrambóticos que casualmente comparten a los Pumas de la UNAM como el único equipo que en estos ritmos tiene el apoyo de una canción compuesta en específico con temas alusivos al equipo de futbol.
River Plate: Siga el Baile Auténticos Decadentes
Dale Alegría a mi corazón, Fito Paez
Como no te voy a querer: Estrambóticos
Pero existe una canción que sin lugar a dudas engloba a muchos deportes, atletas y se convirtió en un himno para quienes recuerden algun momento deportivo cumbre personal, o grupal, me refiero a We Are The Champions de Queen, que sin lugar a dudas fusiona dos grandes elementos culturales del ser humano al deporte y a la música cuando de logra un triunfo.