Por: Pablo Vázquez Rivera (@pablitovazquez1) / Fotos Bleacherreport.com
La búsqueda del octavo título de las Grandes Ligas en su historia llega para los Medias Rojas de Boston en el año en el que justo en esa ciudad un atentado manchó la maratón a principios de año y dejó al estado de Massachucets la huella del dolor que vivió Nueva York en 2001, el anhelado octavo título es sin duda un bálsamo para el espíritu de la ciudad y desde luego del estado, que se ha acostumbrado a ganar deportivamente hablando con los Patriotas de Nueva Inglaterra, pero que quiere al igual que en 2007, ver coronarse a las Medias Rojas.
Fue anecdótico que en el día de la maratón que cuando volvía a su oficina en el Fenway Park, después del tradicional juego matutino de los Medias Rojas en el Día de los Patriotas, Charles Steinberg vio en la televisión los reportes de que habían ocurrido explosiones en la meta del Maratón de Boston.
Como hace mucho tiempo 14 años para ser exactos luego de que se enfrentaran en la Serie Mundial Yankees y Bravos de Atlanta, no llegaran los mejores dos equipos al Clásico de Otoño, y ahí la cita entre Medias Rojas y Cardenales de San Luis, justo como hace nueve años, Serie en la que Boston barrió en cuatro juegos a San Luis, y seis después del triunfo en 2007.
Los Medias Rojas avanzaron al Clásico de Otoño el sábado, por tercera vez en 10 años. Abrirán la serie hoy, recibiendo a los Cardenales de San Luis, y Steinberg trabaja con las Grandes Ligas en busca de una forma apropiada de rendir homenaje a quienes resultaron muertos o heridos en los atentados del 15 de abril.
Después de ver su regreso en juegos como el segundo de la serie de campeonato de la Liga Americana ante los Tigres de Detroit donde caían 5-0, para remontar y ganar el juego en su casa, queda más que demostrado que, en el Monstruo Verde, la gran barda del Fenway, se colocó un emblema con la «B» que es símbolo del equipo y un juego de palabras en inglés, que significa «sé fuerte». El mismo emblema se colocó en los uniformes de los peloteros y se podó en el césped del parque, en referencia a los atentados de abril y los deseos de una ciudad por levantarse, ese espíritu está en la casa de los Medias Rojas.
Sin demeritar a San Luis que es un equipazo y que tiene un gran pitcheo y un bateo explosivo encabezado por Carlos Beltrán, el triunfo de Boston en la Serie Mundial será sin duda un gran aliciente para quienes ven en Massachucets una de las capitales deportivas del mundo, por la maratón, por los Patriotas y por los Medias Rojas que bajo el cobijo de Fenway Park y la Sweet Caroline de Neil Diamond, buscarán su octavo título de las Ligas Mayores.
Es cierto para quienes han perdido la sensibilidad ante las muertes, en aquella fiesta del Running mundial sólo fueron tres personas y 260 lesionados, pero no es necesario que mueran miles como en otros eventos cotidianos como las guerras o territorios ocupados, pero igual duelen y toman un valor distinto a las creencias de una comunidad.