Por @eldescafeinado / Fotos: Ignacio Robles.
El silencio se hizo presente en el Teatro Estudio Cavaret el pasado 24 de noviembre para escuchar a una de las voces privilegiadas más relevantes de la música británica actual. Nunca había ocurrido esto, el silencio quemaba y las ansias se contradecían con las formas. Ante un foro prácticamente lleno, los asistentes aguardaban impávidos para ver la presentación de James Blake, quien dio un paseo por temas que hicieron bailar y otros que simplemente se interiorizaban.
El joven londinense ofreció un concierto cargado de matices sonoros a un público entregado que se dejó llevar la interpretación de su más reciente disco, Overgrown, el excelente sabor de boca que dejó Blake, hipnotizó a la concurrencia con una estela de música electrónica y melancolía por más de una hora al medio millar de asistentes.
El ganador del Mercury de este año se dijo entusiasmado por el recibimiento e interpretó «Measurements», canción con la que cerró su actuación en Guadalajara. El niño pródigo de la escena más vanguardista del indie británico dejó huella en el público tapatió.