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Vuelta de tuerca de Mark Mothersbaugh

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Por Brenda Acosta / Foto: Iván Alejandro Zaragoza.

La exposición Spin Chain the Gares del conocido músico Mark Mothersbaugh (integrante de los setenteros estadounidenses, Devo) fue inaugurada la noche del pasado sábado 1 de febrero el Museo de Arte Zapopan (MAZ).

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La gente esperaba desde 10 minutos antes fuera del museo intrigada por un letrero que decía “Regrese mañana”, la mayoría de las personas -de todas nacionalidades-, preguntaba si el horario era el correcto.

A la hora de entrar, una gran aglomeración se agolpó en la puerta, mientras que una retención en la entrada entorpecía el paso, pues la puertas fallaban y estaban en peligro de caer sobre las personas. El problema se solucionó con una barra metálica para ayudar a los pistones con la fuerza. Al igual que en los Simpsons, una simple barra de metal salvó a la humanidad.

Ya dentro, el flujo de la gente fue interesante, pues todos iban de manera organizada y con el mismo ritmo al paso. Al llegar a la sala «Luis Barragán», precedida de otras exposiciones, la impresión del performance de Mothersbaugh fue imponente e interrogante, pues la sala contenía unas figuras de cerámica de volumen muy pronunciado y sin ojos, llamados Roly Polys.

La primera idea relacionada con las figuras fue que se trataba de una «copia» de los gemelos de Alicia en el País de las Maravillas. Algunos otros aseguraban que se trataba de algo relacionado con el futbol, pues el montaje estaba asentado sobre pasto artificial y en él estaba las figurillas colocadas sobre unos tapetes que parecían contener una especie de representación estratégica.

La exposición, en realidad, trababa de un baile llamado “Spin Chain the Gares”, un baile mecánico donde los movimientos deben ser tan estratégicos como el futbol. Este baile consiste en dar vueltas, mezclando las parejas de baile, como si fuera una tuerca mecánica.

La idea de Mark Mothersbaugh es mostrar ese control al que el humano se ve sometido, incluso en algo tan natural como lo es el ritmo. Esta exposición es una burla del hombre mecanizado, de esa estructura básica de vida que nos devora.

La habitación se llena de un ambiente sátiro, quizá por la música, que parecía ser de caricatura, y los colores tan vivos que se mezclan entre las pinturas, las figuras y las paredes.

Al final del recorrido, una deliciosa bebida de cerveza con café deleitó a los asistentes, mientras que Troker cerró la noche con una dosis de jazz.

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