Por: @eldescafeinado / Foto: Jimena Sansó.
La potencia del electro; los elementos orgánicos de una banda de rock; el sonido exacto y nítido; así como la energía única de unos luchadores que hicieron jugar a las sonoridades provenientes del folk y el dance alternativo, propios de una fusión atípica -e inimitable-, Crystal Fighters dejó que poderío de su música se apropiara del recinto adecuado para su presentación en Zapopan, luego de que en su concierto hicieran desfilar, uno a uno, los temas de su segundo disco, Cave Rave.
La segunda visita a México de los londinenses dejó una grata experiencia, aupada por un performance completo -inspirado en las cuevas de Zugarramurdi, en Navarra, España- y que hizo gala de su presencia y experiencia escénica, donde las percusiones, el beat electrónico y los ritmos vascuences, entrelazados por sus cuatro integrantes, hicieron bailar hasta el cansancio a sus seguidores tapatíos.