Por: Rubén Martínez, «The Dude» (@losmasparados).
Han pasado muchas cosas desde el último disco de estudio de Bob Seger, Face the promise, publicado en 2006, se convirtió en álbum platino y este 2014 las ventas de discos no pintan nada bien para la industria. Aún así, el pasado 14 de octubre, Seger publicó su muy esperado álbum titulado Ride Out bajo el sello Capital Records. Después de una extensa y exitosa gira, regreso a su estudio en Nashville para grabar nuevos temas y demostrar que cerca de sus 70 años aún se encuentra en buena forma, lo cual es de reconocerle pues desde que lo escuchamos el año pasado en Wrote a song for everyone con John Fogerty sonaba bastante bien, la realidad es que por naturaleza su barba se ha vuelto más blanca y su voz ha perdido fuerza, no volverá a ser la misma que cantaba temas como “Katmandu”.
En Ride Out, Seger parece estar cantándonos su viaje final en el rock and roll, pues este podría ser su último disco. De los 10 temas que conforman este material, cuatro de ellos son covers, “Detroit Made” es el tema que abre el álbum, una canción original de John Hiatt, un tributo a Denver y el culto a los autos clásicos, una canción potente que suena como si la hubiera grabado en 1970. Con buenas guitarras y ritmo “Hey Gypsy” rinde homenaje a Stevie Ray Vaughan, sobresaleb también “Ride Out” y “The Devil’s Right Hand”, original de Steve Earle.
En la segunda parte del álbum la intensidad baja y comienza a adentrarse en canciones melódicas con una ruta más al folk con “California Stars” de Woody Gutrie y “Adam And Eve”. Es bueno escuchar a Seger apostar por escribir temas nuevos como “It’s Your World” donde los cambios ambientales y salvar el mundo se convierten en prioridad del cantante.
El camino va llegando a su fin, el auto clásico y con gran motor se va quedando sin gasolina. “Gates Of Eden” y una gran orquesta van preparando el cierre del álbum, el testamento de Seger antes del retiro. No se le puede pedir más a una leyenda, una gran voz, un personaje que ha sido homenajeado por bandas como Metallica y que ha dado conciertos épicos con su Silver Bullet Band desde 1968. No importa lo que pase, el rio sigue su curso como siempre, canta al final Bob Seger. Si este es el fin, que así sea, no es un disco perfecto ni uno malo. Es el final.
Un álbum introspectivo, perfecto para salir a carretera en las últimas horas del sol, pero sabiendo que el viaje tiene que acabar algún en algún momento. La nueva gira de Seger comienza el próximo 19 de noviembre, si todo sale bien nos vemos en el camino.