Por: Milán Beiles (@MBeiles).
La tecnología, la medicina, la economía, la mercadotecnia, la seguridad, la prensa, la sociedad, la mentalidad, todo es diferente ahora y aunque a muchos nos gustaría que “el romanticismo” en el futbol perdurara, es una evidencia que las normas por las que se rige hoy en día el balompié ya no respetan de ideologías y que, como todo en la vida, los equipos tienen que renovarse o morir, si quieren seguir “en la jugada” y ser parte de aquellos privilegiados que han alcanzado el éxito.
“El romanticismo” en el futbol se puede definir de muchas formas y podemos encontrar varios ejemplos, los uniformes sin publicidad, los zapatos de fútbol en color negro, jugadores que pasen toda o la mayoría de su carrera en un equipo, etc.; Pero quizás una de las características de ésta corriente futbolísitca es el uso de la cantera como filosofía institucional.
La cantera como tal, son las fuerzas básicas de un equipo, los jugadores que desde muy pequeños de edad, forman parte de una institución y crecen y se desarrollan tanto física como mental y futbolísticamente bajo los principios y valores de los que la misma se rige. De tal manera que, los más talentosos tienen la fortuna de llegar, gracias a su trabajo y esfuerzo, a las filas del primer equipo y ¿por qué no? Llegar a ser emblemas y leyendas del equipo.
La cantera como filosofía es, simplemente la decisión que han tomado los dirigentes de un equipo, de conformar el mismo, sino en su totalidad, si en su mayoría por éstos jóvenes promesas y afrontar así su temporada esperando cumplir todos los objetivos trazados de forma positiva. Claramente es una apuesta atrevida ya que, como promesas, muchos jóvenes se han quedado en eso, promesas con un futuro alentador pero que jamás dieron ese gran salto necesario para sobresalir en primera división.
Sin embargo, existen en la historia del futbol, muestras y pruebas solventes de que dicha filosofía puede llegar a ser exitosa y que, sin lugar a dudas, es una muy buena herramienta para empatizar mucho más con la afición. Hablamos de grandes equipos en el tiempo que han hecho de sus canteras, las más poderosas del mundo y que a su vez, han sacado a algunos de los mejores futbolistas del planeta. Desde la cantera holandesa del Ajax con referentes monumentales como Cruyff y van Basten hasta la famosa masía en Barcelona con una de las mejores camadas que ha tenido el futbol español.
Podemos mencionar varios ejemplos de grandes canteras: En Argentina equipos como Argentinos Jrs. De donde han salido futbolistas de la estirpe como Maradona y Riquelme y el mismo River Plate en donde sus futbolistas no sólo lo hicieron llegar al éxito sino que han alimentado a los equipos europeos durante mucho tiempo de manera más que satisfactoria. En México sin ir más lejos, equipos como Pumas y Atlas han sido referentes de la materia, los Pumas desde las décadas de los 80 y 90 desde Negrete, Miguel España, Jorge Campos hasta Luis García y el mismísimo Hugo Sánchez y el Atlas con su generación maravillosa del 99 abanderados por el gran Rafa Márquez, Pavel Pardo, Jared Borguetti entre otros futbolistas que han marcado época en el futbol mexicano.
Ahora bien, la antítesis en el medio es la denominada filosofía de la cartera, aquellos equipos cuyos ingresos son elevados cada temporada y que, prefieren hacer su inversión en jugadores ya probados, jugadores que ya hayan tenido un recorrido importante y cuya madurez no genere algún tipo de riesgo en la apuesta y así, a base de “billetazos” como vulgarmente se dice, logran hacer un equipo competitivo y exitoso, trayendo lo mejor que se encuentra en el mercado y que para algunos, parten con ventaja competitiva, respecto a los equipos más modestos. Equipos como Chelsea, Manchester City, PSG, Bayern Munich y Real Madrid entre otros, son claros ejemplos de lo que significa la cartera en el futbol, que si bien, tienen o han tenido en sus filas, alguno que otro canterano que haya deslumbrado, 80% de sus futbolistas son aquellos que se dieron a conocer en otros lados.
Una vez que se analizan a profundidad éstas filosofías, no se puede hablar o saber en concreto cuál es o cuál sería las más adecuada, el futbol no es una ciencia exacta y muchos factores influyen para el éxito o el fracaso de un proyecto y ninguna de éstas dos corrientes lo garantiza.
Los románticos del futbol defienden a ultranza el método de la cantera, objetando que no hay nada más bonito que ver a tu equipo levantar trofeos con el equipo lleno de jóvenes producto del trabajo hecho en casa. Los más modernos, los que defienden el uso del poder económico para crear el equipo perfecto, el dream team, el conformar su equipo a base de sacar la chequera, apelan a que el riesgo es menor y que si bien la inversión es alta, el rédito que puede producir también lo es, siendo la apuesta un poco más segura.
En mi opinión, sin descubrir el hilo negro, es que una combinación de ambas, un equilibrio entre ellas, es el camino más certero para llegar al éxito, una base de jóvenes interesantes, dinámicos y con mucha hambre que sean el presente y futuro del equipo y quizás complementados por aquellos jugadores experimentados, con un bagaje importante y calidad comprobada que sean a su vez, parte del crecimiento y desarrollo de los más inexpertos, pueden estructurar la mejor estrategia para conseguirlo.