La Zona Metropolitana de Guadalajara cuenta hoy con 153 más puntos de riesgo de inundación.
Hay ciertos temas en la metrópoli que se vuelven coyunturales, en los que autoridades, investigadores, ciudadanía en general y políticos coinciden; todos ellos de uno modo u otro padecen, anhelan, sugieren y hasta prometen trabajar en pro de una ciudad y área metropolitana sana de inundaciones y su efecto dominó en cuanto a costos y daños.
Año con año, elección tras elección, la situación se repite, pero también se agrava debido a que la ciudad y su zona conurbada siguen padeciendo el crecimiento desordenado y una errónea política de construcción de colectores, además de los intensos temporales que azotan a la ciudad.
De acuerdo al investigador Luis Valdivia Ornelas, del Departamento de Geografía y Ordenación Territorial, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), en una entrevista para la Gaceta Universitaria el año pasado.
Explicó que en las últimas cinco décadas se ha fomentado esta política de construcción de colectores, los que sólo resuelven el problema a medias, ya que únicamente recogen el 30 por ciento del agua que se precipita, y en algunos casos empeoran la situación en una zona inundada.
“Funcionan bajo mucha presión. Por eso observamos que el agua sale de las cloacas y genera un problema ambiental por el agua contaminada. Los canales son insuficientes. La mayor parte de ellos han sido transformados, convertidos en colectores. Han sido invadidos con basura y escombro”, expuso.
La combinación de factores es caótica, mala planeación urbana, flujo natural del agua que no es canalizada a través de sistemas artificiales y las calles funcionan como canales, al que se le añade la ya recurrente acumulación de basura en las alcantarillas, que detona en lluvias que paralizan a las principales avenidas de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Las zonas de impacto más conocidas por autoridades, ciudadanía y hasta para quienes utilizan este problema como bandera política, son las de cada año, pero aún no existen estudios que avalen que efectivamente éstas se han incrementado, sin que las ya existentes ya no se consideren de alto riesgo.
Históricamente los registros señalan más de 300 puntos de anegamientos en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), entre los que destacan las zonas conocidas como Plaza del Sol, El Deán, La Experiencia, Colomos y Miravalle, y recientemente la base aérea por las avenidas Ramón Corona y Santa Margarita.
La realidad es que a un año de gobierno de Movimiento Ciudadano en la metrópoli, en los municipios de Guadalajara, Tlaquepaque, Zapopan y Tlajomulco, el problema no fue posible de atender como se prometió en campaña, debido a falta de recursos, a lo que el alcalde tapatío Enrique Alfaro reconoció que existe un retraso en el ejercicio de los 800 millones de pesos, etiquetados para el programa de abatimiento de inundaciones del AMG.
La construcción de colectores sólo resuelve el problema a medias, ya que únicamente recogen el 30 por ciento del agua que se precipita, y en algunos casos empeoran la situación en una zona inundada.
Por si fuera poco en la Perla Tapatía, existe un serio problema de arbolado que no es el adecuado para estar ubicado en camellones y algunas avenidas importantes, que son arrancados de sus sitios y se desploman causando destrozos y pérdidas humanas junto a las materiales cuantiosas.
Los 5 cruceros más peligrosos durante una tormenta extrema y que pudieran tener problemas de inundación:
- Niños Héroes y las Torres en Tlaquepaque
- López Mateos y Mariano Otero
- Conchita y López Mateos
- López de Legazpi, desde Gobernador Curiel hasta 8 de Julio
- Mariano Otero y Topacio
Cifras
En 2013 se tenían identificados 147 puntos de riesgo.
Hoy en día 3 años después, los puntos crecieron a 300, más del 100%
La Zona Metropolitana de Guadalajara cuenta hoy con 153 más puntos de riesgo de inundación.
Texto: Pablo Vázquez Rivera / Foto: Tráfico ZMG.