El crooner español de la eterna oscuridad, Javier Corcobado, lanza su álbum doble «Solitud y Soledad», y no, no es un disco de autoayuda. Es un manifiesto de que, después de 40 años de carrera, la única verdad es el noise, el vino tinto y la gloriosa desesperación. Este disco doble viene cargado de temas inéditos más rockeros que nunca, y de covers con invitados de lujo como Alaska y Andrés Calamaro. ¡Saca el cigarro y la gabardina, que el mood es oficialmente melancólico!
Corcobado: el rock del dialogo interno y el cianuro con los amigos
Javier Corcobado es una de esas figuras de la música que, o lo amas con la intensidad de un poema desgarrador, o ni siquiera sabes que existe. Después de cuatro décadas echando desmadre musical (sí, 40 años de carrera desde aquel Mar otra vez en 1985), el de Frankfurt-español nos entrega su vigésimo disco oficial, una bestia bicéfala llamada «Solitud y Soledad».
Escucha a continuación «‘No tengo remedio», uno de los temas inéditos y más guitarreros de su nuevo long play:
No es un simple álbum. Es un proyecto con personalidad múltiple, tan bipolar como una noche de after filosófica. Este disco doble se divide en dos actos:
Solitud: el álbum inédito más roquero de su carrera
Aquí Corcobado se encierra consigo mismo y saca diez temas inéditos y, según él mismo, los más roqueros de su carrera. Hay percusiones que suenan a apisonadora, guitarras distorsionadas (¡dale play a «No tengo remedio» y ya!) y ese tono poético que solo él logra hacer sonar a poesía cruda y directa. Si la solitud es un diálogo con uno mismo, Corcobado tiene una conversación llena de guitarras grunge con su demonio interior.
Soledad: las colaboraciones de leyenda con Alaska y Andrés Calamaro
Este es el lado B que vale oro. Diez singles clave de su trayectoria, pero reimaginados y con el micrófono compartido. Y la lista de colaboradores es una alineación de leyenda para el rock y el after-punk ibérico: Alaska se une al clásico «Dame un beso de cianuro» (una combinación que suena a performance de Cabaret alemán), Andrés Calamaro le mete su estilo al «Susurro» y Nacho Vegas se apunta al drama. Una genialidad que prueba que la soledad es mejor si se comparte con amigos que entienden tu drama.
El toque «Corcobadiano» que no envejece
La producción, a cargo del propio Corcobado y grabada con su banda actual, le da una pátina uniforme a los 20 temas. Y si eres nerd de la música, el disco es un juego de buscar las referencias: el noise de The Velvet Underground, el croonerismo de Elvis Presley y hasta el quejido flamenco de Las Grecas.
¿El veredicto? Corcobado no solo celebra 40 años de carrera, sino que reafirma que la oscuridad es su género, y que la mejor forma de enfrentar el caos es con un disco doble que suena a madurez, experiencia y una falta de remedio espectacular.
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