El cantautor estadounidense Nathaniel Paul, emprendió su camino con un puño de canciones de esencia indie y un esperanzador minimalismo DIY.
«Durante la cuarentena, tuve que hacer un viaje al supermercado y conocí a un anciano quien entabló una conversación conmigo. Casi parecíamos almas gemelas. Comenzó la conversación con: ‘la vida es dura cuando sobrevives a todos los demás’», explica Nathaniel Paul, un cantautor de Michigan y residente en Nueva York, que emprendió un camino solista cimentado en canciones que tienen a su voz como principal elemento.
Habla de su sencillo «Songbird», rola que forma parte de «Learning to listen» (2021), su álbum debut, un material lleno de esperanza y fotografías de momentos cotidianos. Sobre esta canción en particular, que además abre el elepé, Nathaniel asegura que «espera llevarte a un lugar de esperanza en medio de una sombra oscura que se avecina».
Sin adornos innecesarios ni fórmulas gastadas, Nathaniel Paul se encuentra cómodo entre el indie-rock de bajas revoluciones y el lo-fi; su emprendimiento es una suerte de proyecto Do it yourself que bajo el manto de la experiencia musical que lo acompaña (es cantante y productor de The Bergamot, banda de folk rock ganadora del premio Emmy en 2018), recurre a la calidad en piezas que aparentan sencillez.
A lo largo del 2022, el músico estadounidense ha lanzado una serie de sencillos que conformarán un nuevo material, entre ellos se encuentra «Turpentine», en donde su estilo fresco y relajado propone un indie cálido y luminoso con más arreglos, dándonos las pistas necesarias para saber hacia dónde se dirige su proyecto musical.
Si buscas propuestas emergentes, esta es una buena oportunidad de escuchar algo, sin duda, muy fresco.
Texto: @DiegoKoprivitza.