«Siempre me ha gustado cantar, y creo que es mi medicina, pues es lo que más me hace bien y me sana», es una perspectiva de Leika Mochán, quien va de la mano con el canto, la creación y el compartir en la música.
El canto de las aves es distinto en cada raza, en cada región, o en cada parte del día. Para Leika Mochán, intérprete, compositora, creativa desde muy joven, fue a partir de la pandemia que logró un vínculo con las aves, cuando el mundo se desconectó, cuando las personas nos tuvimos que separar para prevenir enfermarnos, y con ello, es que ha impulsado su creatividad.
Esa conexión con las aves, que depositó en el taller de canto y creación musical hace algunas semanas, con el Laboratorio Parvada y el Coro Mayahuel aquí en Guadalajara, es un ejemplo de lo que Leika ha construido dentro de la música: Una trayectoria que profesionalmente lleva más de 25 años, desde un amplio estudio y preparación que partió del jazz, hasta la exploración y desarrollo en el Live Looping, donde es pionera en México, o en sus transformaciones de la música popular mexicana.
Su formación y sus referentes
Leika Mochan, originaria de Cuernavaca, Morelos, tuvo su primer contacto con la música desde los cinco años, uno de sus primeros acercamientos fue a las cuerdas de un violín, lo que después se convirtió al estudio del jazz, aunque ella desde siempre sintió «una cosa muy fuerte por cantar». Por ello, sus facetas creativas con el paso de los años han variado, y hoy, es una referente del trabajo con loops y samplers, del ensamble vocal, de la improvisación y las creaciones grupales.
Leika, perteneciente al Sistema Nacional de Creadores, de donde nació el proyecto en Guadalajara, estudió en las Escuela Superior de Música del INBA. Consiguió ser becaria del Fonca, y se ha dedicado desde hace años a no sólo crear la música, sino también a enseñar, dar su conocimiento y educar en este rubro.
Algunas personalidades que Leika tiene como referencia de su aprendizaje, son, por mencionar algunos casos, «Chela» Cervantes, de quien entendió al arte como un «tipo de vida»; Isabel Tercero, «la primer cantante que conocí, que hacía cosas diferentes», por su bagaje en el folclor latinoamericano; o Iraida Noriega, con quien sigue trabajando, y fue su «puerta a la improvisación», esto último como uno de sus recursos en el Live Looping.
Leika Mochán piensa de estas referentes: «Son las tres grandes personas que me abrieron las puertas del camino que yo sigo ahora».
«Compartir», esencial en la trayectoria de Leika Mochán
Aunque Leika Mochán ha grabado más de 10 discos, en colaboración y por ella misma, como Aguakates, Muna Azul o Cancioncitas, sería limitado pensar que su trayectoria se completa ahí, pues el poder compartir le ha dado un sello a su carrera, ya sea con otros artistas musicales, bailarines, cineastas, gente de la escena teatral, o simplemente personas que se ha topado en las calles.
«Necesito ver gente y ponerme a cantar con otras voces, y con otros cuerpos, es una necesidad del fondo de mi ser. Puedo pasar un tiempo sin ellos, pero eventualmente regreso a ello siempre». Leika recuerda así, cómo ha sido trabajar con más personas que han nutrido sus proyectos hasta hoy.
Hace dos años, en el canal de YouTube de Leika, se compartió un minidocumental donde se muestran las sesiones en las que ella, junto a otras voces, llenaron las cabinas de grabación con sus expresiones, en «Cantoras del ombligo de la Luna», donde es visible de forma pura, ese «compartir» de Leika Mochán, con nombres como Iraida Noriega, Sabino Paz, Valentina Marentes, Laura Murcia, Silvana Estrada, Jenny Beaujean, María Emilia Martínez, Claudia Arellano, y Gil Vázquez, algunos de los partícipes.
Todo comenzó luego de los primeros álbumes que lanzó Leika, pues a ella le cansaba escuchar solamente su voz, y fue ahí cuando optó por ir más allá: «Me gusta mi voz, pero me gusta la variedad de timbres. A veces en los talleres pasa eso, que no es tanto la voz educada, o la voz que se proyecte de una u otra forma, sino la variedad de voces».
Por ello, Leika cree que «las voces son como huellas digitales», y en el caso de estas sesiones colaborativas, dejaron su marca en canciones como «Deja que salga la Luna», «No me hallo», «Canción mixteca», «Serenata huasteca» y «Metro balderas», lo que terminó como transformaciones de varias piezas populares en nuestro país.
El «Canto del colibrí» es otra de los trabajos que ha realizado, en este caso, a la par de un músico como Gustavo Nandayata, en la presentación de «Transfrontera No. 20», del espacio Música UNAM, en YouTube.
Leika, haciendo uso de sus habilidades en el live looping, y Gustavo, en movimiento con la batería, trasladaron los sonidos instrumentales y vocales a un plano distinto, pudiera definirse experimental, donde el ambiente se iba tornando por momentos tenso, por momentos más pasivo, pero siempre con esas percusiones y los tonos de voz impredecibles, con los sonidos de las aves y los cantos entrecruzados y repetitivos.
Estas son colaboraciones que demuestran la intención de Leika Mochán, la intenció de incluir distintas perspectivas a sus proyectos musicales, otros talentos que puedan hacer de su presencia musical una muestra de experimentación, de sonidos y sensaciones nuevas, donde se trasciende a las inspiraciones en lo icónico y en la naturaleza, en la cultura misma.
Texto: Eladio Quintero.
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