El periodista Oswaldo Zavala, hace una construcción de cómo se ha ido transformando la narrativa sobre los sucesos y personajes relacionados al narcotráfico en México, en su más reciente libro.
Oswaldo Zavala se ha quedado como una parte de esos indicios literarios y de investigación en nuestro país en los últimos tiempos, pues es él, es autor del libro «La Guerra de las palabras», un libro de revelaciones, de análisis y descripción de la cultura del narcotráfico y los sistemas de justicia en México y Estados Unidos, y los imaginarios y narrativas que han creado en estos campos.
Es en su libro donde aparece un estudio a la narrativa de los propios gobiernos, en Estados Unidos y México, sobre el posicionamiento que le dan a los integrantes de los grupos de narcotráfico, pero también un análisis a los medios de comunicación, y a las expresiones culturales.
El reciente título de Oswaldo Zavala, que fue presentado en Ciudad de México, y después en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara este 2022, da cuenta «de un viaje de varios años, en el archivo de Estados Unidos, en México, en hemerotecas, en trabajo académico, periodístico, para tratar de entender cómo surgen palabras como ‘cartel’, expresiones como ‘jefe de jefes’, ‘plata o plomo’, todas estas formas de nombrar la violencia que estamos experimentando».
Así como una identificación de los personajes y las instituciones que aportaron en la construcción de esos lenguajes, de esas narrativas con las que poco a poco se ha caracterizado hasta hoy lo que es el narcotráfico en México, su peso, y los riesgos que representa.
Oswaldo Zavala también fue el autor del libro «Los carteles no existen», y luego de su publicación, «me surgieron muchas preguntas, yo mismo me di cuenta que hacía falta mucho recorrido», comentó.
Desde un trabajo de tesis, desde haber puesto atención en que «los discursos oficiales estaban permeando en casi todos los productos culturales», y como esto se impregnaba en los imaginarios de la sociedad, sobre aquello «que llamamos narco», es que le ha dado continuidad a sus investigaciones.
Para entender al narcotráfico y a la violencia, Oswaldo determinó ciertas cuestiones, que había que «dejar de lado completamente la vida de los traficantes», y había que buscar en «la narrativa». Su punto de partida entonces fue del año 1947, cuando se aprueba la ley de seguridad nacional en Estados Unidos, luego de la segunda guerra mundial, y «ellos están proyectando un nuevo orden bélico, violento», donde aparecieron otros enemigos.
Ya con enemigos que no fueron producto de un mundo de guerra fría y sus dos polos, sino con otros «pequeños enemigos», como lo fue en crecimiento paulatino, es que el narcotráfico «empieza a remplazar al comunismo como la amenaza nacional de Estados Unidos».
Y en esta justificación del gobierno estadounidense, es que toman una forma particular personajes como Joaquín «El Chapo» Guzmán, Ismael «El Mayo» Zambada, Amado Carrillo «el señor de los cielos», Miguel Ángel Félix Gallardo «el jefe de jefes», así hasta la época reciente.
Esa derrama de la narrativa, se hizo presente en diferentes manifestaciones, como en las las series de televisión, o la música y los narcocorridos. Distintas canciones del grupo Los Tigres del Norte, y así también de otras agrupaciones, son prueba de ello.
Oswaldo Zavala hizo referencia a la canción «Contrabando y traición», donde Los Tigres del Norte hablan de que en un auto «iban las llantas del carro repletas de hierba mala», pero que en realidad, eso hubiera sido imposible, pues un sodado le explicó que de haber intentado eso el auto simplemente no hubiera podido moverse, un ejemplo de la intención de hablar de estos supuestos hechos en los corridos, con ciertos matices.
O cómo los grupos del narcotráfico realmente no usaban palabras como «cartel», «plata o plomo», o «Jefe de jefes», donde esta última, viene del uso de los gangsters en Estados Unidos, que «la explota sobre todo el FBI», y agregó: «Entonces no es ninguna coincidencia que tres años más trade, la DEA empieza a hablar de Amado Carrillo Fuentes como el nuevo ‘jefe de jefes». Lo que es visible en el libro estadounidense «Boss of Bosses».
De esa forma «son expresiones que la DEA va deslizando en el discurso oficial en Estados Unidos y después de México».
Es en la segunda parte del libro, que Zavala explica cómo se construyó después el imaginario sobre los narcotraficantes mexicanos, y cómo instituciones como la DEA o el FBI «empiezan a hablar de los traficantes como amenaza, como seres rabiosos, como demonios que está por tomar el control del territorio nacional».