Franz Ferdinand tiene el ‘feeling’

Por: Diego Ramos.

Un lleno total en el concierto que los británicos ofrecieron en su paso por Guadalajara, donde pudieron estrenar temas de su próximo disco.

Franz Ferdinand. Teatro Estudio Cavaret. Zapopan. 11 de octubre de 2012.

Desde las 6 de la tarde, cerca de un centenar de fanáticos esperaban refugiados de la lluvia el inicio del concierto de Franz Ferdinand. Dentro del Teatro Estudio Cavaret, la prueba de sonido de los españoles L.A, su banda abridora, emocionaba a los que podían escuchar de lejos cómo todo comenzaba a calentar motores.

Luego de una tromba que no dio tregua; y mientas en otras latitudes de la ciudad los fieles le rezaban a su virgen, otro tipo de fieles, dispuestos a bailar hasta el cansancio por sus ídolos, bebían los primeros tragos de cerveza de la noche, preparados ya para escuchar a la agrupación escocesa.

La puntualidad fue británica. A las 9 de la noche salió L.A para ofrecer un sonido lleno de referencias al brit-pop y al indie–rock; aún sin conocerlos, y muchos sin saber que abrirían el concierto, la numerosa multitud congregada en el foro zapopano impregnó el ambiente de energía festiva.

Fueron 30 minutos en los que L.A mostró canciones de sus dos materiales editados hasta el momento (Heavenly Hell y SLNT FLM) temas en inglés de manufactura mallorquina que la gente recibió con interés y aplausos. La lluvia ya había parado y la gente no dejaba de llegar. Justo a las 10 de la noche, cuatro tipos, flacos y bien arreglados, subían al escenario provocando una ensordecedora oleada de gritos.

“My soul starts spinning again” pensé. Un saludo en español y un público que se volvió loco. Inmediatamente sonaron los primeros acordes de “The Dark of Matinee”. Un venue a reventar con más de 2 mil 500 personas comenzó a saltar. Los teléfonos inteligentes grababan, los dueños bailaban.

El cuarteto escocés imprimía una vivacidad especial; Alex Kapranos, su vocalista, se dijo muy entusiasmado de estar nuevamente en Guadalajara -por tercera vez para ser exactos- y fue así como interactuó con el público a lo largo de la hora y media de concierto, en el que sonaron temas como “No you girls”, “Tell her tonight”, “Walk away”, “Right Thoughts”, “Do you want to”, “Michael” y uno de sus grandes himnos, “Take me out”, canción que revolucionó la noche.

“Ulysses”, “40” y “Can’t stop feeling” también formaron parte del repertorio que incluyó 17 canciones de sus tres discos de estudio, y un par de temas nuevos “Fresh Strawberry” y “Stand on the horizon”, para finalizar con “Fallen” y “This Fire”.

This fire is out of control, I’m gonna burn this city, burn this city…

La ciudad se quemaba y el descontrol se apoderó hasta de los más tímidos. No hubo excusas, las piernas respondieron ante los instintos de supervivencia; era bailar o morir, era rockear o perder una de las oportunidades más valiosas de vivir a una de las agrupaciones más originales que el rock ha dado en los últimos 10 años.

Sin parar un solo segundo, Alex Kapranos, Bob Hardy, Nick McCarthy y Paul Thomson, desbordaron carisma y entrega; can’t stop feeling, no, i won’t stop feeling, parecían decir con cada nota que salía de sus instrumentos. Y es que el concierto tuvo de todo: desde un solo de batería a ocho manos, donde participaron los cuatro integrantes, hasta el momento “disco” con el cover de “I Feel Love” de Donna Summer.

La noche se extinguía lentamente y Franz Ferdinand dejó una sonrisa impresa en sus fanáticos que perdurará hasta su próxima visita a nuestro país.