Por: Hugokoatl Galván (@AtonalAtono).
Necesario y vislumbrado. Vive Latino es mucho festival para el país y región del mundo donde se encuentra. El concepto de este festival es muy noble pero poco rentable económicamente hablando: Vive Latino nació planeado como un festival de primer nivel que se nutriría principalmente de agrupaciones provenientes de la región América Latina y España. Los grupos de origen anglófono sólo serían adornos, no actos principales, sólo apoyos.
Pero se hace en México. El problema no es la calidad de las bandas, la música que se hace en México, América Latina y España es tan excelente (vaya el pleonasmo) como la que se hace en Estados Unidos e Inglaterra. El problema es que las industrias de la música, el disco y el entretenimiento en América Latina son pobres, casi inexistentes, flojas, débiles, güevonas. Por eso y por primera vez descarada, el Vive Latino tiene como cabezas de cartel (headliners para entrar en tema) a dos figuras provenientes de las industrias anglófonas: Blur y Morrisey.
¡Excelente noticia! Ya quisiera el Corona Capital tener a esas dos figuras y nadie se puede quejar de la posibilidad de verlos. ¿Pero por qué el Vive Latino… “latino” se ve obligado a presentar a estas bandas como cabezas de cartel? Son muchas las razones y Ocesa no es el único culpable. Obviemos el clásico y virulento desdén del mexicano por el músico mexicano.
El rock mexicano está fracturado y poco se hace para ponerle su yeso y unir el hueso. ¿Te has dado cuenta que de 14 carteles de Vive Latino nunca se ha presentado banda alguna de las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta? Así es, 25 años de historia de rock mexicano (nada más y nada menos que poco menos de la mitad de historia del rock nuestro) han sido omitidos. Ni Los Locos del Ritmo, ni Rebeldes del Rock, ni La Revolución de Emiliano Zapata, ni Peace and Love, ni Dug Dug’s, ni Decibel, ni Javier Bátiz, nadie de esa época, ni siquiera Santana, se ha presentado en Vive, dejemos así el nombre del festival, el “latino” pronto pasará a segundo plano.
Quizá pienses en El Tri. No, respuesta incorrecta. El Tri nació en 1985 cuando Alex Lora salió (o lo sacaron) de Three Souls in My Mind. De hecho, Las Tres Almas en Mi Mente todavía existen con presentaciones esporádicas. La única que inició su carrera en una de las décadas omitidas y se ha presentado en Vive Latino es Kenny, la de los eléctricos, como corista de Javier Bátiz.
Hay que repetir. Esto no es sólo culpa de Ocesa. Por una razón Panteón Rococó tendrá su octava presentación en 14 ediciones de Vive Latino mientras de Javier Bátiz ni sus luces: $. Vive Latino es un negocio y como tal debe echarse a andar. El negocio es vender boletos para que adentro los patrocinadores tengan ventas. Para convocar a la gente hay que tener bandas que convoquen a la gente. Panteón Rococó, por ejemplo, llama mucha más gente, léase boletos ($), que Javier Bátiz o Dug Dug’s. Ahora, al Vive ya se le acabó el catálogo de opciones de grandes bandas mexicanas y latinas, excepto Manu Chao y Santana, este festival ya no puede ofrecer ninguna novedad en su cartel si se apega a su concepto original. Por ello, ahora echará mano de grandes bandas de tradición anglo.
http://www.youtube.com/watch?v=BaZ-bDogJhk