Por Diego Ramos (@DiegoKoprivitza).
Sigo intentándolo, aunque sin éxito. Cada vez que la palabra “Somexfon” aparece en mi vida, una ligera urticaria me aparece en los brazos, los oídos me pitan, comienzo a salivar y el corazón aumenta sus revoluciones. Me encabrono, pues.
Sí. Fue hace algunos días cuando recibí un correo de un personaje, del cual guardaré su identidad, anunciándonos que estábamos programando música protegida por derechos de autor. Sí, la Somexfon (no sé si escribir su nombre genere algún tipo de regalías, por favor, no me cobren) es una especie de perro guardián de las cuatro grandes y únicas disqueras transnacionales que quedan: Sony, EMI, Warner y Universal (por favor, estoy escribiendo una columna, no me cobren por haber usado sus nombres). Posiblemente, dentro de poco, una de las cuatro se coma a una, queden tres, otra de ellas de coma a alguna otra y queden dos, y así hasta que la ganadora, la más apta en términos darwinistas, engulla a las bandas, los discos, sus brazos, piernas, ojos. En fin, no nos pongamos sociológicos.
Realmente, este hecho es algo que no me sorprende, supongo que tenía que pasar, es una consecuencia de haber crecido como medio de comunicación. Tal vez alguna envidia en el sano-círculo-de-los-medios-indie y “nos los echaron”. Tampoco me generó demasiados conflictos, salvo un fin de semana de pensar y pensar (y pensar) en qué era lo debía hacer: sucumbir ante La Corporación y financiarnos una licencia -bastante cara, por cierto- para poder programar el catálogo del cártel de los discos antes mencionado, o realmente ser honesto y mandarlos a la mierda. Sin duda, la honestidad y las mandaderas a la mierda son lo mío.
Sin embargo, este hecho me dejó pensando muchas otras cosas. También, he de confesarlo, me inspiró de alguna forma.
Vamos conversando:
El 85% de la música programada en El Descafeinado es de licencia libre o, en su defecto, las disqueras con las que tenemos contacto (la londinense Dirty Water Records es una de ellas), nos han dado permiso para poner a sus grupos. Ahora es el 100%. ¿Nada mal no?
En segundo lugar: ¿cual es realmente la música protegida por Somexfon? ¿el pop barato nacional? ¿los grandes éxitos comerciales masivos de Estados Unidos? ¿los géneros más populares como la música norteña ? Indagando en su catálogo encontré que la mayoría de las bandas de rock reconocidas en México, víctimas de los contratos de explotación de las todo-poderosas-disqueras, tienen su discografía viejita bajo copyright, sin embargo, sus discos nuevos son autogestionados, salvo casos particulares (no los satanizaré muchachos).
Un tercer punto, y el más importante: ¿para qué programamos música las estaciones de radio si no es para promocionar, dar a conocer y mostrar el trabajo de los músicos? Sí, los medios de comunicación también deben subsistir, la publicidad es una de las formas para ello, pero no significa que se lucre con el talento de los artistas, al menos, no es nuestro caso.
He entrevistado a gran número de músicos y grupos, tanto reconocidos a nivel nacional e internacional como a nivel local, todos ellos han sido amables, me han dado las facilidades para que, desde mi posición como “ente comunicador” pueda hacer llegar su trabajo al mayor número de personas. No creo que ninguno se oponga a ser programado en la radio. Posiblemente, y me ha sucedido, las pop-stars sí.
Y mi última reflexión va orientada a esa fórmula tan vil de hacer negocios. El cobro de regalías desde hace algunos años, cual cuota por “uso de plaza” por el simple hecho de poner música, no sólo en los medios de comunicación, sino en bares, restaurantes, oficinas e incluso fiestas, es un abuso que debe detenerse y denunciarse. Es pertinente recalcar que ese dinero llega al bolsillo de cualquiera, menos al de los músicos.
Al rato, tendrás que pagar por cantar a Juanga en la ducha, salvo que Juanga se vuelva indie, y tampoco me sorprendería. La industria discográfica cambió, los inadaptados son los cuatro que quedan y su perro guardián.
Para conocer más sobre otro tipo de licencias que no sea el copyright puedes visitar la página de Creative Commons.
Si estas tocando música de un disco o mp3 que ellos hayan producido tienes la obligación de pagarles, pero sólo si produjeron el disco, no si lo editaron o distribuyeron (que es en muchos de los casos), Además el que actualmente los artistas estén sacando sus versiones antiguas con estas compañías no quiere decir que estos nuevos discos sean los discos que tu estás tocando, ellos como el nombre lo dice, son productores del fonograma, y si el disco o mp3 (obvio legal) no fue producido por ellos NO tienes porque pagarles. Es un robo que pretendan cobrar por toda la música cuando ni toda les pertenece ni todo el tiempo les ha pertenecido. Y así te pudiera dar mil argumentos más.