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En un desierto helénico

Por: Javier Carrillo (@GoofyPinche).

Hay algo que distingue a esta banda de Grecia, y es su admiración por los sonidos vintage y su obstinación por utilizar equipo de la época para recrearlos. Esto no pasaría de ser simplemente anecdótico, si no fuera porque la música de 1000mods responde sólidamente a ese compromiso que abanderan. Después de dos EPs y un split, los griegos editaron en 2011 el disfrutable a secas Super van vacation, con el que se echaron los reflectores de la escena stoner sicodélica internacional. Vultures es su segunda entrega en forma, y un par de diferencias lo desmarcan de su debut: rasuraron las partes más fumadas y viajadas (dejando esta novedad en apenas 38 minutos), y se metieron en un humor un poco más sombrío, pero afortunadamente, el cuarteto mantiene activas las bocinas con sus mejores argumentos.

1000mods

El álbum arranca con buen trote. “Claws” y “Big beautiful” hacen una grata entrada, movida y sin sobredosis de adrenalina, pero como 1000mods sabe cómo manejar los tiempos (de repente bajando el ímpetu incluso dentro de la misma canción), en el contexto se ponen a tumbar sabroso el ritmo aleatoriamente para ofrecer velocidad paquidérmica mediante un stoner que roza con el doom y el blues pastoso, haciendo honor al género con la larga «She», que se arrastra entre notas sin distorsión como culebra por el desierto, así como la oscura balada que podría ser la banda sonora para un facineroso que busca la paz bajo el sol y el polvo que es “Horse’s green”. Una resonancia áspera domina el disco, en donde no solamente se lucen al momento de trazar y disparar sus riffs (con alguna floritura por aquí o por allá que cae en el momento justo), pues los solos de guitarras se ajustan perfecto en el ambiente que recrean. Para bien, son consistentes con lo presentado en Super van vacation, pero afilaron la fórmula persiguiendo y alcanzando constantemente esa vibra orgánica que solamente los decibeles análogos confieren.

Super Van Vacations

1000mods no son tacaños con el fuzz y el stoner en las demás canciones: «Low» y su especie de intro que hace más potente la entrada, junto con “Vultures”, “Modesty” y “Reverb of the new world”, dan forma a un buen paquete sonoro en el que, sin despegarse del todo en la inspiración de una monumental banda como Kyuss, ya se sacudieron la fuerte influencia que en su anterior obra estaba a medio minuto de rayar en el plagio (como «7 flies»). En esta segunda aventura se plantan con las estratagemas bien aplicadas que han mamado de agrupaciones como la mencionada, entre muchas otras (Red Fang una de ellas), pero con la validez de la creatividad que ya les empiezan a hacer espacio entre los grupos pilares de sus tierras, como Nightstalker y Planet of Zeus, así como empezar a conocerse y reconocerse su nombre en el la galaxia sónica stoner.

Redacción

Radio y magazine de música y cultura emergente ☕. Haciendo ruido desde 2009.

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