Con 73 años, el periodista deportivo centroamericano, Edgar Tijerino, ha escrito una decena de libros, ávido lector, visitó la FIL por primera vez.
En medio del caos que implica comprar libros en la Feria Internacional de Guadalajara, Edgar Tijerino, nicaragüense y periodista deportivo con 44 años de experiencia, busca con tranquilidad y concentración libros en el stand de Colofón. Tijerino es bajo y un tanto calvo, y es de esos periodistas que habla antes que le pregunten, que ríe para omitir silencios.
«Ando buscando unos libros nuevos de Manea. Yo siempre vengo a comprar libros a México, pero a Distrito». Tijerino ha visitado la feria de México, la de Bogotá y la de Miami, pero nunca a Guadalajara. «Es la primera vez que vengo porque mi hija menor estudia una especialidad de odontología aquí, en Guadalajara».
Tijerino habla con encanto sobre las librerías de México. Observa con calma los libros, pero cuando se le pregunta sobre el periodismo deportivo la calma se va y se torna serio, no le gusta hablar del deporte cuando esta fuera del trabajo.
El nicaragüense escribió su primer libro en 1973, el tema: el mundial de Nicaragua. «Después hice uno de Alexis Arguello. Y una editorial hizo un libro de mis mejores crónicas, es mío pues, pero no es mío, lo hizo una editorial. Desde el 80 y algo no volví a escribir, pero los amigos insistieron en que hiciera algo biográfico». Así fue como escribió ‘Yo Vago’ un libro autobiográfico con una portada de su cabeza al estilo del emperador Claudio.
Tijerino ha escrito diez libros y explica que durante la presentación de su último libro su esposa bailó. Saca su smartphone y tarda en encontrar la galería de fotos. ‘‘Esa es mi esposa y ahí está la portada del libro. La portada la hizo el mejor caricaturista que hay allá». Mientras cuenta que tiene seis hijos, sus ojos siguen observando títulos de libros. No hay duda, tiene 73 años pero inquietud de 15.
Actualmente Tijerino escribe una columna de política en Bolsa de Noticia, escribe para el blog de Movistar y en el medio Nuevo Diario, y también es director de Doble Play, un programa radiofónico que tiene casi cuatro décadas de existencia. «Ese programa tiene 36 años, pero yo tengo 50 años de salir a trabajar a las 6 de la mañana… en mi vida me he levantado después de las seis».
Con una sonrisa, menciona: «Uno nunca termina de aprender hasta que se muere y entonces uno siempre está buscando aprender; aprende platicando, aprende escuchando». Es de las últimas cosas que dice. Agradece, pregunta mi nombre y se va. Ya no hay tiempo, él sigue buscando libros.
Texto: Siboney Flores.