Cosquín Rock México asegura su continuidad en Guadalajara tras el lleno total de Trasloma; Argentina y México estrechan lazos musicales.
No cabe duda que el primer Cosquín Rock México fue un éxito. No sólo por el sold out que anunciaron sus organizadores en la rueda de prensa previa al concierto, sino por el placer de ver a dos naciones netamente rockeras unidas a través de un festival de esta magnitud. Más de 20 mil personas llegaron al festival la tarde del sábado 18 de febrero.
Argentina y México se encontraron cara a cara en el parque Trasloma, de manera amistosa, como quien se encuentra a un viejo amigo y tiene mucho que platicar. Los músicos, la prensa, lo asistentes. Había una sonrisa que a veces tenía algo de nostalgia y otras, una enorme expectación. «¿Quiénes son esos? me pregunta un chico de unos 20 años», «Guasones», le respondo. Su gesto de aprobación me lo dijo todo. Esa tarde conoció a una nueva banda. Una banda que lleva dos décadas tocando en su país y que suelen salir poco, como expresaron durante la rueda de prensa que ofrecieron a los medios después de su participación.
Viejos conocidos
La vieja guardia indie del Cono Sur llegó a México liderada por Las Pelotas, grupo que lleva más de 30 años en escena y que no ha faltado a ninguna edición del Cosquín en su natal Córdoba. Ellos fueron los abanderados para este intercambio musical que se quedará en Guadalajara durante los próximos cinco años, según explicaron Alejandro Tavares y José Palazzo, productores del concierto. «El festival no se irá a ningún lado», aseguró Tavares.
Guasones, La Beriso y Eruca Sativa también forman parte de esa escena que en México lucía invisible para algunos e inalcanzable para otros, y que arribó el sábado a la capital jalisciense donde dieron tremendos recitales. Rock honesto, rock argentino, rock de otras latitudes con una carga histórica y musical que se hizo presente en la ciudad. Ahí radicó la importancia del Cosquín Rock México.
Y es que el festival fue más allá de un line up; «el festival significó acortar una distancia, abrir un camino, hermanar dos escenas que desgraciadamente han jugado en desventaja, el rock argentino siempre ha sido bien recibido en México, sin embargo, el rock nacional ha tenido problemas para posicionarse en nuestro país, no existe la difusión por allá.» Así lo afirmó La Beriso durante el encuentro que tuvo con la prensa, quienes aseguran que es «mejor tarde que nunca». El chiste es que suceda. Y esto es lo importante.
Sólo Café Tacvba y Molotov han podido estar en el Cosquín argentino y este año, Panteón Rococó llevará su fusión ska al legendario encuentro cordobés, por cierto, fueron los encargados de cerrar la edición mexicana con una tremenda fuerza y conexión con un público proveniente de toda la República.
Largas filas para entrar
Con tres escenarios, dos de ellos principales posicionados uno junto a otro, el Cosquín Rock México retumbó por todo lo alto en Trasloma. Una producción impecable, con horarios exactos y un sonido reluciente fueron parte de la experiencia que incluyó comida argentina y actividades recreativas.
Sets cortos pero precisos, así fueron caminando las bandas mientra se engrosaban las filas para entrar al recinto, saturadas y lentas -hubo personas que tardaron hasta una hora en ingresar-. Fuera de eso, el festival sucedió sin contratiempos y dejó que la música hablara por sí sola.
Los nacionales: el lleno total del Cosquín Rock México
Las más de 20 mil almas congregadas unieron sus voces con bandas como Cuca, quien se dio el lujo de adentrarse a sus éxitos más representativos como ‘Señorita cara de pizza’ o el ‘Son del dolor’, además de aventarse una colaboración con Alfonso André, baterista de Caifanes. Por su parte, Café Tacvba ofreció un recorrido por temas también icónicos de los mexiquenses como ‘Eres’, ‘El baile y el salón’ o ‘Las flores’, aunque también ofrecieron una probada de su ‘Futuro’, nuevo tema en promoción.
Caifanes fue un deleite para los fanáticos, unificó voces con canciones como ‘La célula que explota’, ‘No dejes qué’ o ‘Aviéntame’, preludio ideal para que Panteón Rococó imprimiera su característica energía y dejara exhausta a la multitud tras medio día de altos decibeles y mucho rock, su cierre fue con broche de oro y qué mejor manera que colaborando con Rubén Albarrán cantando ‘Fugaz’. ‘Arreglame el alma’ y ‘La dosis perfecta’ no pudieron faltar sobre el entarimado.
Otras propuestas como el reggae de Los Cafres, agrupación porteña y ya vieja conocida por el público mexicano o los ritmos locales que transitaron entre el también reggae de Golden Ganga, el metal-cumbianchero de Machingón, las fusiones latinas de Fanko y la insípida propuesta de Zero Kill, agrupación de Benito Cerati que quedó más en expectativa que otra cosa.
Cinco años de rock argentino en Guadalajara
Tras la larga jornada de casi 12 horas de música llegó la calma, el Cosquín mexicano es una realidad que llegará cada año a la ciudad y que dejó un buen sabor de boca a los asistentes. Queda ahora esperar sobre qué bandas serán las siguientes en la larga lista de propuesta argentinas y mexicanas que pueden atestar los escenarios de este festival, legado de Córdoba al mundo.
Texto: @DiegoKoprivitza.
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