La película de la Mujer Maravilla abre una nueva etapa para el blockbuster hollywoodense.
La semana pasada se estrenó la película sobre la Mujer Maravilla, personaje creado para DC cómics por allá de 1941, la cual se convertiría no solamente en la superheroína más famosa de todas, sino también en la que ahora protagoniza su primera cinta en solitario. Este suceso es doblemente significativo si consideramos que su directora, Patty Jenkins (Monster), es también la primera mujer a cargo de una película del subgénero.
Si bien la primera aparición de este personaje durante la era dorada de los superhéroes en el cine fue en Batman v Superman (2015), su película de origen llega en un momento de gran relevancia, no sólo para la industria, sino para la sociedad; hablo de que, en los últimos años, Hollywood ha intentado involucrarse en la nueva ola de empoderamiento femenino, teniendo como ejemplos las sagas de Los Juegos del Hambre o Divergente, e incluso cintas animadas como Valiente o Frozen; historias que, en conjunto, marcan un antes y un después para la figura femenina dentro del cine hollywoodense, a la vez de que han evidenciado con más claridad la desigualdad que sufren la mayoría de las mujeres que trabajan en dicha industria, sean actrices, directoras, productoras, etc.
Por encima de lo anterior (y de los más de 200 millones de dólares que recaudó en su primer fin de semana), es muy difícil saber con certeza si DC fue consciente de la importancia que tendría esta película antes de ponerla en marcha, o si el lanzamiento fue una mera consecuencia del caos narrativo que hasta ahora nos han estado presentando con cada una de sus entregas.
En otras palabras, ¿es La Mujer Maravilla un proyecto preconcebido y estructurado desde hace años, así como Marvel lo ha demostrado en múltiples ocasiones? ¿O fue simplemente un gran golpe de suerte, la mejor carta disponible para jugar antes del estreno de La Liga de la Justicia? Sea como sea, lo sabremos en noviembre próximo, cuando la (otra) alianza de superhéroes en el cine llegue a nuestras pantallas.
En conclusión, Mujer Maravilla no es pionera ni revolucionaria, pero definitivamente marca la culminación de una fase y el inicio de otra para el blockbuster hollywoodense, gracias a su tratamiento de un tema tan actual como lo es el feminismo.
Texto: Carlos Narvaez.