Tras encontrar a un público entregadísimo a la banda en el Corona Capital de 2022, regresa para presentarse en solitario en septiembre y mostrar «As I Try Not To Fall Apart» a profundidad.
La encrucijada latinoamericana de los británicos White Lies explotó en noviembre de 2022, cuando el trío oriundo del barrio de Ealing, en Londres, tocó ante lo que ellos denominaron la mayor audiencia que habían tenido hasta entonces: el escenario del festival Corona Capital en Ciudad de México.
El grupo de dance-rock compuesto por Harry McVeigh en la voz y la guitarra, Charles Cave en el bajo y Jack Lawrence-Brown, suma más de 15 años en activo y una discografía de seis álbumes, el último de ellos se llama «As I Try Not To Fall Apart» (PIAS, 2022).
México es el segundo país que escucha a White Lies, sólo por debajo de su natal tierra británica, con 43 millones de reproducciones al mes en plataformas, de acuerdo con un comunicado de Ocesa.
Con un currículum tremendamente abultado, que los ha puesto en los principales escenarios mundiales como Coachella, Glastonbury o Reading, la agrupación parece seguir teniendo un cierto placer por aparecer en las listas de música independiente, sintiéndose bastante más cómodos en escenarios más manejables e íntimos.
Su último disco nos dice un poco de ello. Se trata de un material funcional, extraordinariamente bien producido, con nostalgias hacia los sonidos noventeros, y por momentos, esperanzadores guiños a la frescura del indie actual. Sólo por momentos.
Si bien el disco es redondo, falta el poderío de esos viejos momentos en donde White Lies le voló la cabeza a medio mundo con una propuesta contundente, con indie-rock bailable y frenético de altísimo nivel, sin complacencias. No nos olvidemos de ese maravilloso «To Lose My Life» de 2009 que tenía un ojo puesto en el post punk.
Regresando a la novedad discográfica, temas como «I Don’t Want To Go To Mars», uno de sus sencillos, propone lo más esencial de su estilo, de melodía pegadiza y guitarras poderosas.
A la selección de lanzamientos individuales se suman «Am I Really Going to Die», con el que abren el disco; y «Blue Drift», una experimentación que combina influencias ochenteras y rock progresivo.
Destaca «The End», una profunda pieza llena de oscuridad nada esperanzadora; y entre mis gustos personales agregaría «Roll December», una canción de casi siete minutos, con una robustez en el bajo y arreglos de guitarra que nos llevan al rock más potente o a las melodías un tanto psicodélicas. Es como escuchar varias canciones en una sola.
White Lies surge en la conversación, porque el trío girará por México en septiembre para dar recitales en Ciudad de México (20, Pepsi Center), Monterrey (22, Pabellón M) y Guadalajara (23, Guanamor Teatro Estudio) en solitario, en donde esperemos se adentren en su material más reciente y no dejen de lado aquellos temas que los encumbraron hace una década.
