La agrupación consolida su identidad sonora con “Yis Kichá”, un viaje introspectivo entre la luna y el sol
El trío tico lanza Yis Kichá, un álbum que profundiza en la herencia materna, la independencia artística y una energía sonora más cruda y espiritual. Ya han publicado tres sencillos: “Influencia”, “Ausencia” y “Los Peones del Juego”.
En un panorama latinoamericano saturado de fórmulas y tendencias efímeras, Shimdra apuesta por la autenticidad. Su rock no busca algoritmos ni etiquetas, sino conexión: con la tierra, con la emoción y con la esencia humana. Desde Costa Rica, el trío conformado por Bob, Ale y Stephanía se abre paso en la escena independiente con Yis Kichá, una producción que fusiona energía, espiritualidad y raíces ancestrales.
Cuando los entrevistó nuestra colaboradora Abril Dávila en julio de este año, el grupo recién había lanzado su primer sencillo, “Influencia”. “Venimos a promocionar nuestro primer sencillo a México, es la cuarta vez que venimos. El sencillo se llama “Influencia”, que ya lo pueden encontrar en todas las plataformas y también en YouTube, con un lyric video bastante bonito. La próxima semana estrenamos el videoclip, así que venimos a eso”, contaban entonces. Meses después, el grupo ha liberado también “Ausencia” y “Los Peones del Juego”, tres temas que revelan distintas caras de un mismo universo: un rock de raíz, denso y emocional. Su nuevo material está próximo a salir para noviembre de este 2025.
Entre el sol y la luna: dos etapas de un mismo viaje
Formada en 2010, Shimdra ha recorrido una ruta constante de evolución artística. Su debut, Hijos del Sol (2021), fue un trabajo introspectivo y melódico que consolidó su nombre en la escena centroamericana. “Era un disco muy orientado al sol, más introspectivo, con muchas baladas, un disco para escuchar en la noche, en calma. Este otro es más pesadito, más orientado hacia la luna”, explica su guitarrista, Ale Calderón, al hablar del contraste con su nueva obra.
En Yis Kichá, la banda da un paso firme hacia un sonido más potente y visceral, donde el power trío encuentra su punto de equilibrio entre la melodía y la fuerza. Las guitarras ganan presencia, la percusión se vuelve más terrenal, y las letras, más comprometidas, abordan tanto la búsqueda interior como la crítica social. Cada tema es una pieza de un rompecabezas que combina introspección, identidad y energía.
Yis Kichá: un canto a la herencia materna y a la Madre Tierra
El nombre del disco encierra una carga simbólica profunda. “Yis Kichá es lenguaje cabécar, una de las comunidades indígenas más grandes de Costa Rica y también una de las que más tradición ha conservado. Yis Kichá hace referencia a la herencia materna, al linaje femenino que todos compartimos, incluyendo la Madre Tierra”, explican.
El álbum propone un regreso al origen, un diálogo con lo espiritual desde la crudeza del rock. Es un homenaje a lo femenino entendido no solo como género, sino como principio vital y fuerza creadora. Cada canción es una invocación a esa energía, una llamada a reconectar con la naturaleza y la memoria colectiva.
La experiencia de grabación fue esencial para capturar esa vibra. “Tenemos la bendición de trabajar con don Mario Breuer y Jorge Galicia. El primer disco lo hicimos en pandemia, a distancia; ahora fuimos a Córdoba, Argentina, y esa vivencia se impregnó en cada canción, no solo en la parte musical, sino en el compartir”, recuerdan. Breuer, productor de leyendas del rock latino como Charly García y Los Fabulosos Cadillacs, aportó un enfoque técnico y emocional que amplificó la esencia orgánica del trío.
Independencia y comunidad: el pulso real del nuevo rock latino
Ser una banda independiente en Latinoamérica no es tarea fácil. Implica autogestión, trabajo constante y una fe ciega en el propio arte. “Con mucho trabajo, mucho sacrificio, realmente no es fácil. Uno tiene que ordenarse mucho; por ejemplo, hoy que estamos aquí todos pedimos permiso de nuestros trabajos… Sin embargo, creemos mucho en el proyecto. Por eso mismo se ha invertido tanto, uno tiene que confiar mucho en la música que se hace”, explica Ale con convicción.
Esa filosofía sostiene al grupo. Cada paso ha sido fruto del esfuerzo colectivo y del compromiso con su público. La figura de Stephanía en la batería refuerza esa cohesión interna: “Si la baterista suena bien, la banda suena bien”, repite entre risas, consciente de que su sonido nace de una sincronía casi espiritual.
Hoy, Shimdra vive un momento clave: Yis Kichá no solo consolida su identidad, sino que los posiciona como una de las propuestas más interesantes del nuevo rock latino. Mientras continúan girando y liberando los temas del álbum, su mensaje se expande como un eco de resistencia cultural: un recordatorio de que la independencia, cuando se nutre de raíz y convicción, puede ser tan poderosa como cualquier sello.
Escucha “Influencia”, “Ausencia” y “Los Peones del Juego” en Spotify y YouTube.
