Algunos consejos para potenciar la experiencia y disfrutarla al máximo.
Asistir a un festival masivo puede ser un suceso inolvidable y lleno de catarsis. Más allá de la música, los grandes eventos nos ofrecen atracciones que incluyen demostraciones de deportes extremos, batallas medievales, juegos mecánicos y meet n’ greets entre muchas otras actividades; más que suficiente para pasar horas e incluso días de diversión. Lo más bello es disfrutar cada parte del festival, desde la planeación, el viaje y el festival mismo con todos los imprevistos que se presentan. Sin embargo, aquí hay algunos consejos para sacar el mayor provecho a esta oportunidad y volverla más que memorable.
Aunque siempre es posible conseguir boletos después de agotados, e incluso en la misma fecha del evento, en ocasiones el riesgo no vale la pena; lo mejor es adquirir las entradas al evento cuanto antes. Esto se puede convertir en una manera de ahorrar algo de dinero, ya que algunas preventas aplican descuentos o incluyen souvenirs adicionales.
Si el festival no es en tu ciudad, hay que planear el viaje. El momento de armar nuestro recorrido por carreteras, aeropuertos, hoteles, hostales y casas de amigos es decisivo para que todo sea un éxito. Si lo que se busca es economizar, la mejor opción es cotizar vuelos y camiones uno mismo. No es un gran secreto que con mayor tiempo de anticipación en la compra de tus boletos de avión, puedes ahorrar algo de dinero, además de las ofertas express que lanzan momentáneamente las aerolíneas. Claro, que si ahorrar no es el problema, una agencia de viaje puede entregarte el plato servido y facilitarte la vida.
Una recomendación obvia: si viajaremos fuera del país es necesario contar con pasaporte vigente. Los trámites han cambiado en los últimos años, así que siempre hay que estar informados de fuentes oficiales.
Hace un par de años, un amigo mío se disponía a viajar a Europa y como no tenía idea de cómo se realizaba el trámite del pasaporte mexicano, acudió a una persona que aseguraba que por cierta cantidad de dinero, podía hacer todos los trámites por él. Lo que esta persona ofrecía no es posible, ya que el trámite de este documento oficial es personal; nadie puede hacerlo por ti. Al final, mi amigo fue y vino del viejo continente, pero estuvo a punto de no poder hacerlo, se iba a quedar con vuelo comprado y reservaciones de hotel en el extranjero por no estar bien informado.
Para quienes somos amantes de la música, asistir a un festival puede representar la oportunidad de ver reunidos a varios artistas que nos gusten, además de la siempre presente posibilidad de conocer otros proyectos. Para evitar que se te escapen las presentaciones que quieres ver, lo mejor es hacer tu itinerario de bandas.
Los festivales suelen lanzar con bastantes días de anticipación el line up y horario de cada escenario. Además de compartir dicha información con el público, hay eventos como el Wacken Open Air (Alemania), que llevan esto a otro nivel. Este festival cuenta con una aplicación gratis para dispositivos móviles en la cual puedes ver el cartel completo de todos los escenarios del festival, marcar los shows que te interesan y crear una mini agenda con recordatorios indicándote a qué escenario ir.
En 2012 tuve la oportunidad de viajar y acampar los cuatro días del Wacken. Montamos cinco tiendas de campaña, las cuales llenamos de comida y cerveza, algunos dormíamos en camas inflables (más bien eran juguetes para alberca), otros descansaban en bolsas de dormir y teníamos nuestro propio asador para preparar algunos alimentos. Montamos nuestra pequeña comunidad dentro del festival.
Nuestro barrio inició bien, pero poco a poco el festival nos convirtió en algo más. El orden no duró mucho; entre conciertos todo el día, lluvias repentinas, comidas deliciosas y alcohol, todo se fue al carajo lentamente, en una excelente y divertida manera de irse al carajo.
Durante la tercer noche del festival uno de los miembros de nuestra comunidad había perdido sus pantalones, sus tenis y su chamarra. Despertó la mañana siguiente dentro de su casa de campaña con una necesidad muy grande salir y tomar algo de aire fresco, pero debido a las condiciones en las que se encontraba, no pudo abrir el cierre de la casa, así que medio dormido, medio despierto, medio confundido y medio ebrio se quitó el reloj de la muñeca y abrió un hoyo en una de las paredes de la tienda para sacar la cabeza.
Cuando pudo levantarse no tenía idea de dónde había quedado su ropa. Compró una chamarra y unos tenis dentro del festival y se retiró faltando la última noche del festival. Dejó su casa montada con su cama dentro. Para conmemorar la última noche del festival destrozamos su casa y nuestro asador en una ceremonia muy espiritual.
Esos cuatro días conforman una de las mejores experiencias de mi vida, por lo que recomiendo a todas las personas que gusten ser parte de un suceso así alguna vez y crear sus propias historias. Les recomiendo llevar consigo bloqueador solar, un impermeable, comida o dinero suficiente para comer y algo de ropa extra. Manténganse hidratados y diviértanse.
Texto: @Luis_Shatter.
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