El objetivo de esta puesta en escena es claro: denunciar. Enunciar la regla y condenarla.
“La Excepción y La Regla” es una de las propuestas que la compañía Luna Morena Títeres junto a Esfera Teatro ofrecerá todos los viernes y sábados de julio en el Teatro del IMSS. La obra, siendo un trabajo original del dramaturgo alemán Bertolt Brecht, resulta una aguda adaptación al caso mexicano, y con una preocupante vigencia temática, si tomamos en cuenta que esta pieza fue escrita en 1930.
![la excepción y la regla](https://eldescafeinado.com/wp-content/uploads/2013/07/la-excepción-y-la-regla-600x398.jpg)
¿Hasta qué punto será considerado spolier relatar un poco del argumento? No mucho, pues el relato es, tristemente, demasiado común y familiar: el abuso laboral. Sin embargo, el atractivo recae en una ágil combinación de teatro y títeres, una sencilla y dinámica escenografía y la deliciosa voz de la soprano Maricarmen Camarena atinadamente interpretando a –aquí va un spoiler– la Justicia.
![la excepción y la regla](https://eldescafeinado.com/wp-content/uploads/2013/07/la-excepción-y-la-regla-teatro-600x398.jpg)
Podría parecer peligroso combinar teatro y títeres, pero la compañía muestra su audacia sacando las voces –y manos- detrás de la cortina negra, las pone sobre el escenario y alterna la interpretación de personajes entre los actores y el títere. Gracias a una elaborada manipulación a cuatro o seis manos, podemos ver una misma faceta de cada personaje representada por varios rostros, el de los actores que manipulan el títere y el títere mismo. Por momentos, el personaje cambia de rostro, ahora es un actor, ahora es el otro, ahora vuelve a ser títere; aunque las habilidades histriónicas vuelven el cambio casi imperceptible.
![Foto: Rodolfo Ibáñez.](https://eldescafeinado.com/wp-content/uploads/2013/07/la-excepción-y-la-regla-luna-morena-600x398.jpg)
El objetivo de esta puesta en escena es claro: denunciar. Enunciar la regla y condenarla, “que lo que es corriente nos parezca insólito” dicen. Así, durante la comicidad del relato, saltan intervenciones en el desarrollo de la trama, ya sea para puntualizar tal o cual derecho del trabajador –y sus bases legales-, ya sea para dar una breve nota sobre acontecimientos locales de abuso laboral. De este modo, para los asistentes la denuncia se vuelve más y más hacia una obligada toma de conciencia. Seguramente no iremos a crear una revolución por los derechos del trabajador después de ver esta obra. Sin embargo, que lo evidente asome entre risa y risa, tal vez permita que pasemos de ser espectadores, a actores de nuestra propia obra, y sólo tal vez, la excepción se vuelva regla.
Ve la galería de fotos completa.
Texto: Bárbara Gama.
Foto: Rodofo Ibañez.