Michel Franco es una de las promesas mexicanas dentro de la nueva generación de cineastas que en verdad tienen algo qué decir.
Son varios los cineastas mexicanos que en años recientes han cosechado una buena porción de éxito a nivel internacional, aunque no todos prevalezcan en nuestra memoria debido a que su desarrollo se encuentra fuera de la industria hollywoodense. Así pues, nombres como Amat Escalante, Carlos Reygadas, Gabriel y Arturo Ripstein, entre otros, pertenecen a aquellos cuya labor cinematográfica, por lo general, sólo tiene resonancia en la vertiente independiente de cinéfilos y cineastas.
En esta misma línea encontramos a Michel Franco, quien, con apenas tres largometrajes, ha ganado diversos reconocimientos entre los más grandes festivales de cine, logrando a su vez una distribución bastante decente en las salas de nuestro país; algo que, dicho sea de paso, no es muy común para películas con este giro.
Protagonizada por Tim Roth (Perros de Reserva, Los 8 más odiados), la cinta nos cuenta la historia de David, un enfermero a domicilio que lidia con el constante deterioro de sus pacientes terminales, quienes prácticamente conforman su día a día.
En primer lugar, debo decir que el guión -escrito por el mismo Michel Franco- es crudo y conciso, ya que nos muestra una misma situación en diversos contextos, a través de los ojos de un hombre que lucha por mantener una vida plena, incluso cuando los demonios de su pasado no lo dejan en paz. Si a esto le sumamos la entregada actuación que ofrece Roth, podemos dar fe de que su premio al Mejor Guión, recibido en la pasada edición de Cannes, fue más que merecido.
Por otra parte, el estilo narrativo que Franco ha dejado entrever en sus cintas anteriores tiene lugar también en Chronic, esto es, una cámara casi inamovible que obliga al espectador a ser tan sólo un testigo más de los sucesos narrados, sin cambios de encuadre ni condensación de escenas que nos permitan navegar con la fluidez a la que el cine comercial nos tiene tan acostumbrados. El resultado es una contemplación que, en el mejor de los casos, aumenta la crudeza de lo sucedido e incita a la reflexión por parte de la audiencia, pero también disminuye considerablemente el ritmo de la película, dando la sensación de ser más larga (o más aburrida) de lo que realmente es.
De cualquier manera, Chronic muestra un crecimiento en el trabajo de Michel Franco, tanto a nivel artístico como comercial, perfilándolo como una de las promesas mexicanas dentro de la nueva generación de cineastas que en verdad tienen algo qué decir.
Texto: Carlos A. Narvaez.
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